Año 9, número 405
Luis-Fernando Valdés
Hace 40 años el
aborto fue legalizado en Estados Unidos. Se han realizado unos 55 millones
abortos, desde entonces. A pesar de esto, después de estas cuatro décadas el
movimiento a favor de la vida ha ganado posiciones. ¿Cuál es la tendencia
actual?
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| Norma McCorvey (izq.), "Jane Roe" en 1972. |
El 22 de enero de
1973, el Tribunal Supremo norteamericano dictó la sentencia del caso Roe vs Wade,
que legalizó el aborto en ese país. Hoy se sabe que se trató de una sentencia
basada en el perjurio.
En efecto, Norma
McCorvey, protegida bajo el pseudónimo Jane Roe, tenía entonces 21 años y se
encontraba sin dinero, sin marido y embarazada por tercera vez. En un video, en octubre de
1992, reconoció: “Fui convencida por unas abogadas feministas [Sarah Weddington
y Linda Coffe] para que mintiera, para que dijera que había sido violada y que
necesitaba un aborto. Todo fue una mentira”. [Saber
más]
McCorvey, en 1991,
mientras colaboraba en un centro abortista de Dallas, vio de cerca los restos
de bebés abortados en el segundo trimestre. Así inició su proceso de
conversión. En 1995, se hizo evangélica y pro-life, y más tarde, católica
(1998).
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| Norma McCorvey, conversa, dedica su vida a revertir la ley del aborto. |
Entre tanto, en
estos largos años, la mentalidad pro-life ha crecido. La encuesta Gallup ha
hecho sondeos anuales desde 1995, basados en 350 mil formularios. En 2009, los
pro-life fueron el 51 % respecto al 42 % pro-choice. Y la población entre los
18 y 29 años fue la más favorable a prohibir el aborto en cualquier
circunstancia.
El sondeo de 2010
mostró la ventaja de los pro-life, aunque esta vez era menor (47%-45%). Además,
arrojó que tres de cada cuatro jóvenes estaba en contra del aborto a petición.
En 2011, las
estadísticas estuvieron empatadas (47%-47%), pero reveló un dato interesante:
la mayoría de los partidarios del aborto están también a favor de varias
limitaciones. Así, el 86% quiere que se informe a las mujeres sobre los riesgos
del aborto y sobre las alternativas; el 79% se opone a los abortos en el tercer
trimestre del embarazo; el 60% pide el consentimiento paterno para las menores;
y una proporción igual, que haya un período de reflexión de 24 horas tras
solicitar el aborto; el 52% se opone a los abortos en el segundo trimestre...
En 2012, la
posición pro-choice bajó a su mínimo histórico: un 41%, mientras que el 50% está
a favor de la vida. Entre los jóvenes de 18 a 34 años son lo que menos se identifican
con la causa pro-choice, con una diferencia de siete puntos: del 53% en 2001-2008 al 46% en 2009-2012.
Además, entre la
posición pro-life también ganó en los siguientes segmentos: estudiantes de High
School (14 a 18 años) y menores, (53%-33%); entre los universitarios (49%-41%);
y entre los recién graduados (53%-45%). (J.
Meseger: Aceprensa, 22.I.2013)
Es un hecho que
crece el número de personas a favor de la vida. “La ofensiva anti-aborto
recorre occidente” escribieron con preocupación los liberales Sahuquillo y
Andalete, al presentar los datos sobre las campañas a favor de la vida en 2012.
¿A qué se deberá
este cambio? Según Juan
Meseger, a que “el desarrollo de las ecografías, que han hecho más visible
el desarrollo del feto, ha llevado a plantear el debate en términos de justicia
antes que de liberación: dado que el feto es un ser humano vivo (…), el aborto
es una injusticia radical que nos afecta a todos”.
Ahora tendencia
pro-life tiene un nuevo reto, que deseamos que sea ganado en los próximos años:
encontrar un solución digna –que los pro-choice no pudieron encontrar–, que
afirme simultáneamente la vida del no-nato, la mujer y la libertad.
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