Año 7, número 308
Luis-Fernando Valdés
La “Iniciativa México” 2011 nos llena de optimismo. Hasta antes de este acuerdo, las noticias sobre la violencia en realidad se convertían un altavoz de la amenazas de los narcos, y así la opinión pública quedaba enterrada en el miedo. Pero esto ya no volverá a pasar.
En el Museo Nacional de Antropología e Historia, se reunieron, el pasado 24 de marzo, los empresarios y directivos de más de 700 medios de comunicación para firmar el “Acuerdo para la Cobertura Informativa de la Violencia”, ante la presencia de periodistas, intelectuales, académicos, comunicadores, artistas y deportistas.
Empresarios, directivos y periodistas que participan en la "Iniciativa México" 2011 |
El objetivo de este nuevo pacto consiste en no hacer apología de la violencia, establecer lineamientos informativos comunes, no ser voceros de crimen y proteger a los periodistas mexicanos amenazados por las bandas delictivas y el narcotráfico.
El documento firmado señala que “uno de los retos centrales que tenemos los medios en este tipo de coberturas es cómo consignar hechos con valor periodístico y a la vez limitar los efectos estrictamente propagandísticos de los mismos”, para impedir que los presuntos delincuentes se conviertan en “víctimas o héroes públicos”.
Para conseguirlo se establecieron varios compromisos, como tomar postura en contra de la violencia, no convertirse en vocero involuntario de la delincuencia organizada, dimensionar adecuadamente la información, atribuir responsabilidades explícitamente, no prejuzgar culpables, cuidar a las víctimas y a los menores de edad, alentar la participación y la denuncia ciudadana, proteger a los periodistas, solidarizarse ante cualquier amenaza o acción contra reporteros y medios y no interferir en el combate a la delincuencia.
Es importante destacar el punto sobre el convenio de tomar postura en contra de la violencia. Los medios se comprometen a condenar y rechazar la violencia generada por la delincuencia organizada. Se trata de que los periodista, al informar, digan claramente que los narcos y los violentos son los enemigos de la sociedad.
Va a tener mucha trascendencia a corto plazo que los medios ya no sean escaparates de la narco-violencia. Las imágenes de decapitados, torturados y “levantados”, y los textos de las narco-mantas eran en realidad mensajes de los violentos hacia las bandas rivales y hacia toda la sociedad, transmitidos gratuitamente por los medios. Esto ya no será así.
La ética de la información es una gran arma, que apoya en la fuerza de la verdad. Su eficacia cada vez es más patente: hace unas semanas “Presunto culpable” sacó a la luz la corrupción en la impartición de justicia, y causó una positiva reacción en cadena; y ahora esta nueva “Iniciativa México” seguramente va a causar una disminución en el impacto de los narcos en la opinión pública de nuestro País.
Pero la fuerza de la ética de la información no se agota ahí. También puede generar una nueva reacción en cadena, que denuncie la corrupción tanto del sector público como del privado. Y esa nueva onda expansiva también deberá informarnos de la dimensión real de las opiniones, pues no se puede presentar ya la opinión de pocos como si representaran el deseo de la mayoría.
Esta rama de la ética, antes quizá relegada a un plano meramente académico, cuando no moralizante, empieza a surgir como una herramienta poderosa para sacar adelante a nuestra sociedad. Los medios ya se comprometieron a poner su parte, ahora nos toca a los ciudadanos promover una cultura de participación que fomente la ética en los medios.
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