Año 13, número 616
Luis-Fernando Valdés
El Presidente
Trump ha aumentado sus discursos y medidas en contra de los migrantes
indocumentados, como si todos ellos fueran gente peligrosa. ¿Cómo defender la
dignidad de los migrantes?
1. La actual retórica contra los migrantes
en EUA. Recientemente, Donald Trump equiparó las acciones para deportar a
inmigrantes en situación irregular con una “operación militar”. Su intención es
expulsar a unos 11 millones de extranjeros que residen de modo ilegal en
Estados Unidos. (Milenio,
23 feb. 2017)
Aunque según un
sondeo reciente realizado por el Instituto de Investigación de Religión Pública
(EUA), “muy pocos estadounidenses, e incluso algunos republicanos, dicen apoyar
la expulsión de cerca de 11 millones de personas”, hay una minoría de
“supremacía blanca” que alienta la deportación masiva.
Andrew Anglin,
fundador de The Daily Stormer, escribió que todos los migrantes eran
criminales; y ante la necesidad de personal gubernamental para ejecutar las
explusiones, exhortó a sus lectores a solicitar esos puesto, sólo “si creen que
los mexicanos son lo más bajo de la sociedad”. (Vanguardia
MX, 23 feb. 2017)
2. El “desamparo institucional” de los
migrantes. Las personas que se ven forzadas a dejar sus naciones para
buscar en otro país oportunidades laborales y de una vida mejor cae en una
especie de “vacío” institucional.
En efecto, sus
naciones de origen no les pueden dar la atención ni los recursos para que se
queden ahí y, para las países receptores, los inmigrantes suelen ser vistos
como problemas: de oportunidades laborales, de seguridad, de vivienda, etc.
Por eso, un gran
número de migrantes queda sin la tutela de su propia nación y sin ser
acobijados por el país donde residirán. Y en este “vacío” de garantías legales,
estas personas suelen quedar en manos de extorsionadores, de narcotraficantes o
de explotadores laborales… y últimamente de personas racistas.
3. Una voz internacional por los migrantes.
Ante ese “desamparo institucional”, en el que los migrantes “ni son de aquí ni
son de allá”, hacen falta foros internacionales que se ocupen de ellos. Y una
de esas voces por los migrantes es la del Papa Francisco.
En el marco del VI
Foro internacional sobre “Migración y paz”, el Pontífice pronunció un discurso
para defender a los migrantes de la “la demagogia populista”, esa que alimenta
el temor por los que llegan de otros países. (ACI,
21 feb. 2017)
El Papa enfatizó
que los extranjeros son personas, es decir, que son seres humanos iguales que
los locales y con la misma dignidad. Explicó que aceptar a los migrantes es
admitir su condición de personas.
Por eso, Francisco
también criticó ese rechazo que se hace contra los migrantes, ya que los
consideran “súbditos a los cuales dominar”. Detalló que al considerar súbdito
al otro, le negamos la condición de persona y lo calificamos como “algo” que es
inferior a nosotros. Pero
también el Pontífice se refirió a las obligaciones de quien emigra: el migrante
debe estar abierto a aceptar y convivir con la cultura del lugar a donde llega.
Es importante que diversas voces de peso
internacional hablen continuamente sobre la defensa del migrante y de las
responsabilidades hacia ellos. El mensaje del Papa Francisco se dirige a los
dos países involucrados en el tema, para que no los migrantes no queden en un
vacío de responsabilidades. Al país receptor le insiste en que toda persona
tiene derecho a emigrar, y al país de origen le recuerda que cada migrante también
debería gozar primero del derecho a quedarse en su patria.