viernes, 29 de julio de 2016

Religiones en guerra


Año 11, número 586
Luis-Fernando Valdés

Un sacerdote francés fue degollado en plena Misa por dos yihadistas. El clérigo cristiano fue asesinado a nombre del Dios islámico: ¿estamos viviendo o no en una guerra entre religiones?

Nuevo mártir. El padre Jacques Hamel fue asesinado
por yihadistas del Daesh mientras celebraba la Misa.
(Foto: theguardian.com // AFP)
1. El atentado. El pasado 26 de julio, dos miembros del Daesh (Estado Islámico), asesinaron al sacerdote católico de 86 años, Jacques Hamel, en Saint-Etienne-du-Rouvray (norte de Francia), y dejaron herida de gravedad a una mujer. El padre Hamel celebraba la santa Misa, cuando fue atacado y luego degollado.
El Daesh se atribuyó la responsabilidad de este ataque, en un comunicado en el que afirmó que  estos actos se realizan “para llamar” a sus “soldados” (terroristas) “a golpear a los países cruzados de la coalición”. (El mundo, 26 jul. 2016)

2. Solidaridad del gobierno francés con la Iglesia. En primer lugar, el presidente francés, François Hollande, afirmó que Francia está en una guerra contra el terrorismo yihadista en el exterior, en Siria y en Irak, pero también en el interior, contra las redes de radicales islamistas.
Hollande llamó por teléfono al Papa Francisco para expresarle sus condolencias por la muerte del padre Jacques Hamel y le prometió que hará “todo lo posible” para proteger los lugares de culto.
Por su parte, el primer ministro, Manuel Valls, ha expresado su “horror” a través de Twitter: “Francia entera y todos los católicos están heridos. Permaneceremos unidos”. (El Mundo, 27 jul. 2016)

3. Las religiones buscan la paz. Durante el vuelo que lo llevó a Cracovia para la JMJ, el Papa Francisco se refirió a los recientes hechos de violencia afirmando que “el mundo está en guerra porque ha perdido la paz”.
“Hablo en serio de guerra, añadió el Pontífice, una guerra de intereses, por dinero, por los recursos naturales, por el dominio de los pueblos. Pero no es una guerra de religiones, porque todas las religiones quieren la paz”. (News.va, 27 jul. 2016)
Por su parte, Mohammed Karabila, imán en Etienne-du-Rouvray y presidente del Consejo regional del culto musulmán de la región de Alta Normandía (Francia), se declaró “horrorizado por la muerte de mi amigo”, el sacerdote Jacques Hamel. “Es alguien que dio su vida por los demás. En la mezquita estamos anonadados”, añadió. (ReL, 26 jul. 2016)

4. No estamos en una guerra de religiones. La situación actual no es una guerra de cristianos contra musulmanes, como prueba el hecho de que en los países occidentales conviven fieles de las dos religiones. Y, aunque en los países árabes de corte islámico dejan mucho que desear la libertad religiosa y la tolerancia, propiamente no es una guerra contra las Iglesias cristianas (romana, ortodoxa, reformada, etc.).
Se trata más bien de una especie de “guerra de guerrillas”, provocada por un importante grupo terrorista, el Daesh, también conocido como Estado Islámico, que tiene sometido un gran territorio en Siria e Irak, y que utiliza la religión islámica para manipular a sus seguidores y conseguir así soldados dispuestos a morir por una supuesta causa “santa”.
Tampoco es una guerra de Francia y una coalición occidental contra un país musulmán, ni contra la religión islámica. Se trata de una alianza militar para combatir a un grupo armado, que no representa para nada un grupo religioso en sentido estricto.

Descanse en paz el padre Hamel, que entregó su sangre en testimonio de fe en Cristo y su Iglesia. Esperamos que este martirio siembre semillas de concordia, y que nos recuerde que las religiones auténticas traen la paz y no la guerra.

sábado, 23 de julio de 2016

Comunicación y transparencia, reto de la Iglesia

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Año 12, número 585

Luis-Fernando Valdés



El p. Federico Lombardi finaliza su gestión en la Sala de Prensa de la Santa Sede, dejando un gran legado: la figura del Vocero vaticano se ha convertido en un icono de la apertura informativa de la Iglesia.



Una imagen muy conocida: el Papa Francisco y
p. Lombardi en una conferencia de prensa
en pleno vuelo. (Foto: iglesiaendirecto.com)
1. Un personaje familiar. La figura de los voceros de prensa de los pontífices ya es parte de la vida cotidiana de millones de personas y no sólo en el ámbito católico. Ya es habitual escuchar o leer las noticias del Papa mediante las declaraciones de su vocero.

Durante años el Dr. Navarro Vals nos informó de los viajes y la salud de Juan Pablo II y, desde 2006, el p. Federico Lombardi nos mantuvo al día de los pontificados de Benedicto XVI y del Papa Francisco.

Desde el próximo 1º de agosto será el laico norteamericano Greg Burke, quien tome el relevo en esta función informativa. Burke era corresponsal en Roma para la cadena Fox de Estados Unidos y, en 2012, fue llamado por Benedicto XVI como consultor para la Comunicación de la Secretaría de Estado.

Su nombramiento se produjo entonces en medio de la gran crisis y conmoción causadas por la divulgación de casos de pederastia perpetrada por eclesiásticos, y sus buenos oficios pronto empezaron a surtir efectos positivos. (Ecclesia, 12 jul. 2016)



2. ¿Hace falta un vocero para la Santa Sede? Aunque en el imaginario colectivo, sobre todo de Hollywood, la Iglesia se reduce a unos corruptos clérigos que desean mantener a los fieles en la Edad Media para poder manipularlos, la realidad es que esta institución se sabe adaptar a cada época, pues está llamada a iluminar cada momento de la historia humana y no sólo el pasado.

Por eso, la Iglesia Católica desde el siglo XX –y más desde el Concilio Vaticano II, con la Declaración “Inter mirífica” (1964) sobre los medios de comunicación social– ha mostrado un gran esfuerzo para adecuarse a la época contemporánea caracterizada por la comunicación de masas.

Hoy día, todos exigimos que las instituciones –incluida la Iglesia– nos den información de sus actividades en tiempo real, nos aclaren los malentendidos y den cuenta de sus actuaciones. Por eso, la Santa Sede cuenta con un vocero y recientemente ha reestructurado su organización con una Secretaría de Comunicación (y también muchas diócesis ya cuenta con un vocero).



3. Iglesia y transparencia. La Iglesia Católica –como sujeto y objeto de información– resulta muy compleja porque tiene diversas instancias: unas globales, otras nacionales y locales, que agrupan a más de 1,100 millones de fieles.

Sin embargo, como homenaje al padre Lombardi, hay que decir que la Oficina de Prensa vaticana ha sabido informar a la opinión pública sobre la crisis de la pedofilia y los dos casos de filtración de información clasificada llamados “Vatileaks”, junto con la renuncia de Benedicto XVI, la Sede vacante y el cónclave que eligió a Francisco. Y, aunque ha tenido menos resonancia en los medios, el vocero también ha informado sobre la reforma económica del Vaticano, tema importante para combatir la corrupción.



Seguramente, la imagen de una Iglesia oscurantista siempre será parte de novelas y series de TV, pero la transparencia informativa de la Santa Sede cada vez es más eficaz… Ojalá esta realidad se imponga cada vez sobre aquella ficción.




viernes, 15 de julio de 2016

Tiroteos y atentados, ¿qué hicimos mal?

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Año 13, número 484

Luis-Fernando Valdés



Días de dolor y muerte en Dallas, Niza y Bagdad. Estas frecuentes tragedias nos obligan a revisar por qué nuestra visión del ser humano no contiene la fuerza para detener esta violencia.

 
Primero, solidaridad con las víctimas; luego una seria
 reflexión sobre las causas del desprecio a la vida y la
 dignidad humanas
. (Foto: Nuusi.tk)


1. Semana de tragedias. El pasado 8 de julio, en Dallas (EUA), una manifestación contra la violencia racial se convirtió en un tiroteo contra agentes de la policía local, que dejó un saldo de cinco agentes muertos y siete heridos.

El 14 de julio, durante la célebre conmemoración francesa de la Toma de la Bastilla, un terrorista atropelló a decenas de personas en Niza, dejando más de ochenta muertos y más de ciento cincuenta heridos, incluidos muchos niños entre las víctimas.

El 13 de julio, en la capital de Bélgica, se reportaron dos explosiones sin víctimas. Y, el 12 de julio, un coche bomba en un concurrido mercado de Bagdad (Irak) causó la muerte a 11 personas y dejó a 32 personas heridos.



2. Tragedias que se repiten. Desafortunadamente, noticias como las anteriores se han repetido con frecuencia desde hace años. Y, a pesar de las condenas internacionales, siguen ocurriendo la balaceras en Estados Unidos y los atentados terroristas en Europa y Medio Oriente.

Estas reiteraciones no son casuales. Responden a algo más que meros “lobos solitarios” o “fanáticos religiosos”. Detrás de estos trágicos sucesos, hay una visión errada sobre el hombre y la sociedad, que es necesario enfrentar y corregir, pues con solo medidas militares no se logrará combatir a fondo esta violencia que hoy nos aflige.



3. Muchos factores … Sin duda, al hablar del terrorismo islámico hay que acudir a varias disciplinas, como los estudios de geopolítica, pues desde la Primera Guerra Mundial la zona arábiga ha sido fuente de conflictos suscitados por la salida de Inglaterra; y lo mismo ha ocurrido desde la guerra de Estados Unidos contra Irak y Afganistán, o desde la caída de los regímenes totalitarios en la zona como el de Gadafi en Libia.

Además, detrás de las balaceras en Estados Unidos –cuya noticia suele tener repercusión mediática mundial– se encuentra una visión muy particular de la libertad y del comercio, que conlleva que la compra y la venta de armas casi sin restricciones, “sin importar el riesgo” de que caigan en manos equivocadas.



4. … y una raíz común. Aunque los factores de la violencia son muy complejos y variados, remiten a una visión sobre el hombre y la vida. Cuando la visión que tenemos del hombre no parte de lo que se suele llamar “dignidad”, se dificulta hablar de igualdad y respeto, pues, para sostener esa igualdad, debemos afirmar que “hay algo” en el ser humano que lo hace sujeto de derechos y que implica que sea respetado en todas sus dimensiones (corporal, psíquica, social, laboral, etc.).

Pero las ideología contemporáneas anteponen a la dignidad humana motivos económicos, estratégicos, políticos, etc. Por eso, en la práctica las personas son consideradas como “piezas” en el mundo laboral, como “daños colaterales” en los atentados y balaceras; y, de igual manera, la destrucción de la naturaleza se justifica a nombre del progreso o de la tecnología.



¿Qué hicimos mal? Hemos fallado en dejar de lado el tema de “eso intangible” del hombre, en considerar que eso es un asunto meramente académico o –si acaso– religioso. Y quizá sea más grave no retomar y defender la dignidad humana, esa “realidad invisible” presente en cada individuo, que nos permite defender al hombre por sí mismo y no por los beneficios económicos o políticos.


viernes, 8 de julio de 2016

Ramadán ensangrentado

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Año 12, número 583

Luis-Fernando Valdés



Terminó el Ramadán con una cifra enorme de víctimas mortales producidas por el Estado Islámico, que asesina por igual a cristianos y a musulmanes. El terrorismo islámico no tiene nada que ver con las religiones, pero parecer al Islam como el origen de la violencia.


El Estado Islámico o Daesh ha causado dolor y muerte 
a los fieles musulmanes en este Ramadán 2016.
(Foto: El Confidencial )  


1. Un mes de atentados. El pasado 4 de julio terminó el Ramadán, que es el noveno mes del calendario musulmán, y en el que los musulmanes piadosos practican el ayuno diario, desde el alba hasta que se pone el sol. Concluyó así un mes de atentados del Estado Islámico (Daesh, acrónimo original) que dejó una cifra peor que la del Ramadán de 2015.

El periodista de Le Monde, Jean-Pierre Filiu, explica que el Daesh había amenazado al mundo con una ola de terror sin precedente durante este Ramadán, pues mediante las repetidas matanzas este grupo terrorista “espera imponer a los musulmanes su visión totalitaria de un Ramadán de sangre, cuando el mes de julio está marcado por el islam como de solidaridad y piedad durante su principal celebración religiosa” (Milenio.com, 5 jul. 2016).



2. Musulmanes asesinados "por infieles". El pasado domingo 3 de julio, un suicida del Daesh detonó explosivos que mataron a más de 200 civiles chíitas y dejaron más de 135 heridos, en un barrio de Bagdad (Irak).

Se trató de un coche bomba, cargado de explosivos, que fue detonado en una importante zona comercial. Entre las víctimas hay niños y mujeres, que estaban realizando sus compras para la festividad del Eid al Fitr (por el final del ayuno), con la que se culmina el mes sagrado del Ramadán. (Milenio.com, 4 jul. 2016)

En una vigilia de oración por las víctimas, el Patriarca caldeo (católico) Louis Raphael explicó que el terrorismo “no tiene nada que ver con la religión”; en cambio, sí “puede ser vinculado a los juegos políticos que permiten matar musulmanes, cristianos, mandeos y yazidis como ‘infieles’.” (Vatican Insider, 8 jul. 2016)



3. El terrorismo islámico usa la religión como pretexto. Viene bien aquí recordar unas palabras del Patriarca copto ortodoxo, Tawadros II, pronunciadas al inicio de este año. El terrorismo, dijo, “no distingue entre cristianos y musulmanes”.

Explicó que cuando el terrorismo se alimenta de ideologías religiosas, golpea indistintamente a todos los creyentes en Dios, fomentando los conflictos sectarios, en los que las personas se matan por “dinero” o por hacer prevalecer “sus propios intereses”. (Vatican Insider, 8 ene. 2016)



4. La responsabilidad de Occidente. Hace unos días (6 de julio), se publicó el “Informe Chilcot” sobre el papel del Reino Unido en la Guerra contra Sadam Hussein, en 2003. Entre otros aspectos, el documento sostiene que este país sumó a la invasión de Irak, “antes de agotar todas las opciones pacíficas”. (BBC, 6 jul. 2016)

El reporte hace ver que el caos que surgió al caer el régimen se convertiría en tierra fértil para que musulmanes radicales y los ex-generales de Hussein concretaran una popular idea entre los extremistas: crear un califato al estilo Edad Media, el ahora Estado Islámico de Irak y Siria. (Apuntes globales, 8 jul. 2016)



El Daesh tiene objetivos políticos y económicos, pero los disfraza de religiosidad. Este grupo tiene su origen en una guerra con fines petroleros, pero presenta la “guerra santa” (yihad) como su meta.

Así salen derrotados dos grupos inocentes: los ciudadanos que son víctimas de los atentados, y los creyentes musulmanes que son tachados de fanatismo, cuando en realidad también son víctimas de la falsa imagen del Islam proyectada por el Daesh.




viernes, 1 de julio de 2016

Benedicto, “prisionero” en el Vaticano


Año 12, número 582
Luis-Fernando Valdés

Con motivo de los 65 años de sacerdocio de Benedicto XVI, volvieron a los medios algunas polémicas ya superadas, como si el Papa emérito hubiera sido encerrado contra su voluntad en un monasterio. ¿Es válida la renuncia del Papa Ratzinger? ¿Hay dos Papas en la Iglesia?

Una imagen elocuente de la armonía entre
Francisco y el Papa emérito Benedicto XVI.
Foto: Domus Ecclesia.

1. El “complot” contra Benedicto. El pasado 29 de junio, solemnidad de San Pedro y San Pablo, fue el 65º aniversario de la ordenación sacerdotal de Joseph Ratzinger. Y en este marco vale la pena recordar cómo surgió el cliché de una supuesta usurpación en el papado.
 Cuando el Papa alemán se despidió de los fieles, en su última audiencia (27 feb. 2013), explicó que con su renuncia ya no tenía potestad; en cambio, “en el servicio de la oración permanezco, por así decirlo, en el recinto de San Pedro”.
Justamente estas palabras sobre su voluntad de permanecer “en el recinto de San Pedro” provocaron que algunos lanzaran hipótesis sobre la renuncia: que no había sido verdaderamente libre y, por lo tanto, no era válida; de modo que la sede apostólica hoy estaría vacante.
El periodista Andrea Tornielli le preguntó por escrito sobre estas interpretaciones de su renuncia, y Benedicto XVI le envió esta respuesta: “No existe la menor duda sobre la validez de mi renuncia al ministerio petrino. Única condición de la validez es la plena libertad de la decisión. Las especulaciones sobre la invalidez de la renuncia son simplemente absurdas.” (A. Tornielli, 25 feb. 2014)

2. Quiénes están detrás. Hay grupos que intentan tomar protagonismo, y que utilizan como pretexto tanto al Papa Francisco como a Benedicto. Son  aquellos que manejan “esas confabulaciones complotistas sobre Benedicto ‘obligado’ a renunciar, por lo que todavía seguiría siendo el verdadero Papa, que siguen apasionando a grupúsculos pseudo-ratzingerianos cada vez más ‘sede-vacantistas’ y a sus corifeos.” (A. Tornielli, 29 jun. 2016)
Sobre esto, Francisco, en la reciente entrevista en el vuelo de regreso de Armenia, narró un anécdota que ilustra esta lealtad. “Escuché, contó Francisco, pero no sé si sea verdad, subrayo, quizás son habladurías, pero van bien con su carácter [el de Benedicto], que algunos fueron a verlo y a lamentarse por este nuevo Papa. Y los echó, con el mejor estilo bávaro, educado, pero los echó”.

3. Un único Papa. En unas declaraciones recientes del Prefecto de la Casa Pontificia, monseñor Georg Gänswein, sugirió que había un ministerio petrino compartido, con un Papa activo y otro contemplativo. Esto dio pie a la pregunta en los medios sobre si hay dos pontífices.
Francisco mismo respondió a esa cuestión en la citada conferencia de prensa del avión. Afirmó categórico: “hay un solo Papa”. Y explicó que “quizás, como [sucede] con los obispos eméritos, podrá haber más [papas eméritos], dos o tres, pero son eméritos”. O sea, como sucede en las diócesis, que cuando los obispos que renuncian (por edad o por salud), dejan de tener jurisdicción. Y luego dijo con gran claridad que Benedicto “es el Papa emérito, no el segundo Papa”.

Al repasar estas polémicas, se nota que hay quienes desean contraponer a Francisco y a Benedicto, para justificar esas ideologías que dividen la Iglesia en dos bandos: uno tradicionalista y otro de ideas liberales.
Pero las imágenes de ambos durante el festejo de Benedicto desmienten que sean antagonista. Llevan una relación tan cercana, que Francisco considera que Benedicto “es un hombre de Dios, es muy inteligente y para mí es el abuelo sabio en casa.