Año 9, número 404
Luis-Fernando Valdés
El Presidente
Barak Obama llevó a cabo la toma de posesión, para su segundo periodo de
gobierno (21.I.2013). La ceremonia combinó elementos civiles y religiosos. El
nombre de Dios fue invocado, pero ¿qué piensa Obama sobre la religión?
El Presidente Obama hace el juramento apoyado en dos ejemplares de la Biblia. |
El Presidente
norteamericano siguió el protocolo religioso de la ceremonia de investidura.
Sin embargo, en su discurso inaugural, Obama manifestó una visión diferente de
la religión y su papel en la vida de los Estados Unidos.
Primero, poco
después del juramento, el Presidente y su familia asistieron a una ceremonia religiosa
en la iglesia episcopaliana de St. John, la cual se ubica apenas a una cuadra
de distancia de la Casa Blanca. [Excelsior.com ]
Los Obama fueron
recibidos a la entrada de la iglesia por el ministro Luis León, quien además fue
el encargado de impartir la bendición final en la ceremonia de juramento,
realizada después en la escalinata este del Capitolio.
En este primer
evento, Obama envió un primer mensaje no verbal, sino simbólico. En efecto, el
reverendo Luis León es un abierto defensor del matrimonio homosexual. De manera
que para Obama las costumbres morales se deben regir primero por un pacto
social (lo políticamente correcto) que por una enseñanza religiosa.
Esta situación
será siempre un círculo conflictivo entre la tolerancia laica y las religiones,
mientras no se apele un punto clave: la verdad sobre el hombre. Si se niega que
se pueda conocer la verdad, o se afirma que la verdad es relativa, nunca habrá
manera de discernir quién tiene la razón: si la tiene la fe o si la tiene una
norma civil.
En segundo lugar,
la ceremonia misma de juramento también dejó ver que Barak Obama tiene una idea
distinta de religión. El Presidente apoyó su mano sobre dos ejemplares
históricos de la Biblia: la que usó Abraham Lincoln y la empleada por Martin
Luther King Jr. El Presidente realizó el juramento y añadió una frase que no se
menciona en la Constitución: “Y que Dios me ayude”. [ElUniversal.com]
Quizá la
naturaleza de lo que es un juramento se puede desvirtuar. En principio, “jurar”
quiere decir que ponemos como testigo de la verdad de nuestra declaración a
Dios mismo, y que aceptamos como castigo la condenación eterna de nuestra alma,
si ese juramento es falso.
Quien pone la mano
sobre la Biblia está afirmando que cree en Jesucristo y en sus enseñanzas, y
que por eso lo pone como garante de la veracidad de su afirmación. ¿Cree Obama
en verdad en el Dios de Jesucristo y acepta sus enseñanzas? ¿Cree lo que Biblia
enseña sobre el respeto a la vida de los no nacidos y sobre la homosexualidad?
Y en tercer lugar,
en su discurso inaugural encontramos la clave de su pensamiento en las
siguientes palabras: “Ser fieles a nuestros documentos fundadores no requiere
que estemos de acuerdo en cada aspecto de la vida”.
Aquí el Presidente
intercambió dos planos. En las cuestiones opinables como la economía, la
política exterior o los impuestos, ciertamente no hace falta que todos pensemos
igual. En cambio, los grandes principios morales –como los referentes a la
transmisión de la vida– tienen un contenido muy concreto y comprometedor.
Obama quiere hacer
de la religión y sus principios una cuestión opinable más entre las demás.
Quizá este es su error: combinar la política y la religión. Para Obama el
modelo religioso consiste en creer en un Dios, pero sin que esto tomar en
cuenta sus exigencias morales. Obama sugiere un Dios que no tenga injerencia en
el mundo civil.
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