domingo, 27 de mayo de 2012

“Vatileaks”: privacidad a debate


Año 8, número 369
Luis-Fernando Valdés

Acaba de salir a la venta en Italia, un libro que contiene documentos reservados de la Santa Sede (18.V.2012). Un “cuervo” que busca trasparencia en el Vaticano los filtró. ¿Qué revelan estos “Vatileaks”?

Portada del libro que publica
los documentos robados
en la Curia Vaticana.
Se trata del libro del periodista Gianluigi Nuzzi, titulado “Sua Santità. Le carte segrete di Benedetto XVI” (Su Santidad. Los papeles secretos de Benedicto XVI). Se trata de un nuevo episodio de los llamados “Vatileaks”, que iniciaron con la publicación de cartas enviadas al Papa por monseñor Carlo Maria Viganò, en las que se denunciaba la presunta “corrupción” dentro del Gobernatorado del Estado de la Ciudad del Vaticano, de la que entonces Viganò era secretario. También en esa ocasión, los documentos sustraídos habían sido publicados por Nuzzi.

Los documentos presentados por Nuzzi se refieren las fiestas escandalosas de Silvio Berlusconi, el testimonio del secretario de Marcial Maciel, el enfado de Angela Merkel por el levantamiento de la excomunión a un obispo lefebvriano negacionista, la cuenta corriente del Papa, el “briefing” para un encuentro hasta ahora secreto con el presidente de Italia, o el alto el fuego de la banda terrorista ETA. [Romereports.com, 18.V.2012]

De manera que estas filtraciones no contienen lo que quizá algunos –con cierta morbosidad– estuvieran esperando: la denuncia de acciones corruptas por parte de los altos funcionarios vaticanos. El vaticanista Andrea Tornielli presenta un resumen del libro de Nuzzi, y hace ver que prácticamente ninguno de los temas era nuevo, y que ya habían sido publicados en varios reportajes. [Sacri Palazzi, 20.V.2012]

No hay temas nuevos, pero lo que sí es novedoso es la dura reacción del Vaticano, que en una nota de prensa califica esta filtración como un “acto criminal”, y amenaza con dar “los pasos oportunos, con el fin de que los autores del robo, de la recepción y de la divulgación de notas secretas, respondan por sus actos ante la justicia. Si es necesario, se pedirá para tales fines la colaboración internacional”. [VIS, 20.V.2012]

En efecto, se trata de un robo. Las filtraciones (leaks) fueron realizadas por alguien de los oficiales de alto nivel en la Curia romana. El “cuervo”, llamado “Maria” en el libro “Sua Santità”, justifica esta sustracción de documentos alegando que busca “transparencia” en la Santa Sede. Pero, ¿el fin justifica los medios?

El tema ahora se desplaza del derecho a la información al derecho a la privacidad y a la propiedad. Estas filtraciones, al igual que las que han sufrido otros gobiernos con los llamados “wikileaks” son verdaderos atropellos al derecho a la privacidad, aunque su contenido sea relevante.

Ahora los agraviados fueron el Papa y sus asistentes. Y así lo enfatiza la citada nota de prensa de la Santa Sede: “El Santo Padre, así como varios de sus colaboradores y de los remitentes de los mensajes a él dirigidos, han visto violados sus derechos personales de reserva y de libertad en la correspondencia”.

El derecho a la verdad no puede ser la tapadera del crimen de robo de documentos. Dino Boffo, ex-director del diario italiano L’Avvenire, afirma: “Nosotros periodistas respondemos al axioma según el cual no hay que callar nunca la verdad”; pero, ha añadido, esto vale “hasta que se tocan los derechos fundamentales de las personas, el derecho a la privacidad”. (Vatican Insider, 22.V.2012).

Ésta es la lección de los “Vatileaks”, la transparencia y el derecho a la información no pueden atropellar el derecho a la privacidad en los documentos de trabajo.

domingo, 20 de mayo de 2012

Tradicionalismo en crisis


Año 8, número 368
Luis-Fernando Valdés

Las campanas vaticanas estaban listas para repicar, anunciando la reconciliación de los lefebvrianos con la Iglesia católica. Pero la reunión del Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX), Mons. Fellay con los Cardenales de la Curia dio un giro inesperado. Sin embargo, este intento fallido pone al descubierto los verdaderos intereses de los involucrados.


Como es sabido esta Fraternidad fue fundada por Mons. Marcel Lefebvre, quien en 1988 se separó de Roma, al ordenar cuatro obispos sin mandato pontificio. Desde entonces, han tenido lugar diversas negociaciones para que esta comunidad cismática vuelva a la comunión con la Santa Sede.

Mons. Fellay, Superior de la FSSPX.
En años recientes, Benedicto XVI levantó la excomunión a los cuatro obispos cismáticos, que pedían esta remisión para seguir negociando (21.I.2009). El 14 de septiembre de 2011, como condición para la unión, el Vaticano le propuso a la FSSPX la firma de acuerdo doctrinal, con el cual esta comunidad debería aceptar la validez del Concilio Vaticano II. [VIS, 26.I.2009 y 14.IX.2011]

En el pasado 17 de abril, Mons. Fellay envió su respuesta a Roma sobre la posición de la FSSPX, y el reciente 16 de mayo, se reunión con un grupo de Cardenales para concretar la reconciliación. Sin embargo, una ruptura al interior de la Fraternidad ha impedido que se lleve a cabo la ansiada unidad.

¿Qué ocurrió? El cambio de rumbo en el proceso se produjo tras la publicación de una carta de los otros tres obispos cismáticos a Bernard Fellay (7.IV.2012). Ahí afirman que “el pensamiento del Papa está impregnado de subjetivismo” y que unirse al Vaticano es “ponerse en las manos de modernistas y liberales.” Y concluyen con una advertencia a su Superior: “Usted está conduciendo a la Fraternidad a un punto del que no se puede volver, a una profunda división.” [RomeReports.com, 16.V.2012] [Ver las cartas]

Carta de Mons. Fellay a
los otros tres obispos cismáticos.
Del aparente fracaso de la negociación con Roma y en torno al posible “cisma” dentro del cisma, surgen unas luminosas lecciones. La primera, por parte de Fellay, que en su respuesta a sus correligionarios nos ayuda entender qué está sucediendo en el interior la Fraternidad.

 El Superior les recuerda que “la Iglesia actual todavía tiene a Jesús como líder. Se tiene la impresión de que ustedes están tan escandalizados que no aceptan que esto siga siendo verdadero”. Es decir, una facción de la Fraternidad, en realidad, no cree que Jesús y su mensaje de que Él custodia a su Iglesia sean verdaderos.

Y luego les hace la pregunta clave, que encierra otra lección: “Para ustedes, ¿Benedicto XVI es todavía el Papa legítimo? Si lo es, ¿Jesús todavía  puede hablar a través de su boca? ¿Si el Papa expresa una voluntad legítima que nos involucra, que es buena y que no nos ordena nada en contra de los mandamientos de Dios, tenemos el derecho a rechazarle? ¿No creen que si el Señor nos guía, nos otorgará también los medios para continuar con nuestra obra?”

El tenor de la discusión cambió claramente de horizonte. Fellay lo desplazó del tradicionalismo doctrinal y litúrgico al plano de la fe: si el Papa representa o no a Jesucristo. Esto significa aceptar que el Papado es no está separado de la Tradición, como hasta ahora sostenía la FSSPX.

Y el mismo jefe de la Fraternidad quita la cortina de humo que tapaba la gran figura del Obispo de Roma. “El Papa nos ha hecho saber –escribe Fellay– que la preocupación por regularizar nuestra situación por el bien de la Iglesia habita en el corazón mismo de su Pontificado”. Benedicto XVI “sabía muy bien –concluye el Superior– que habría sido más fácil para él y para nosotros dejar las cosas como estaban”.

domingo, 13 de mayo de 2012

La Cristiada silenciosa


Año 8, número 367
Luis-Fernando Valdés

Se estrenó recientemente la película “Cristiada” y tuvo una excelente recaudación. El comentario que más he escuchado es: “no sabía que en México hubiera ocurrido algo así”. Pues eso mismo podemos decir también hoy, en este 2012: quizá no sabemos que en bastantes lugares del mundo, los cristianos todavía son perseguidos.

Soldados "cristeros"
durante la persecución en México.
Es un largo recorrido de atropellos a este derecho fundamental, desde el Coliseo romano y sus leones, las cimitarras islámicas, la guillotina ilustrada, los campos de concentración (nazis, soviéticos, vietnamitas y chinos), hasta las legislaciones contemporáneas que prohíben o limitan la libertad religiosa.

Las “cristiadas” de hoy son silenciosas. Según la revista “First Things” (EUA), en un artículo firmado por “Evangelicals and Catholics Together”, las persecuciones de hoy ocurren no sólo, en los países de mayoría islámica, sino también en los Estados comunistas de Asia e incluso en las sociedades democráticas (In Defense of Religious Freedom, marzo 2012).

En los territorios islámicos, ya conocemos las historias de Asia Bibi (2010) y de Shabhaz Bhatti (2011), en Pakistán; las bombas colocadas en templos católicos y evangélicos en Nigeria (2011); el Obispo de Mosul (Irak) asesinado en por extremistas islámicos (2008); los “coptos” –cristianos egipcios– asesinados por defender sus templos (2011).

En Asia, los obispos chinos fieles a Roma fueron obligados por el gobierno comunista a acudir a una ordenación de obispos cismáticos (2012). Además, las repúblicas post-comunistas de Bielorrusia, Turkmenistán y Uzbekistán, limitan la libertad religiosa con el fin de controlar todos los aspectos de la vida social. Y en India, los Hinduistas radicales han quemado orfanatorios y escuelas llevadas por cristianos.

Sin embargo, la nueva “Cristiada” también ocurre en los países occidentales, que defienden los derechos humanos. En Canadá, pastores protestantes han sido multados por predicar la moral bíblica sobre la sexualidad humana. En Inglaterra, le han denegado la adopción a parejas que sostienen las  enseñanzas morales de la Biblia. En Polonia, el editor de un periódico fue sancionado por explicar la verdad sobre el aborto. Y qué decir de la ley de reforma sanitaria de EUA, conocida como “Obamacare”, que afecta gravemente a la conciencia de los creyentes

Según First Things, en todos estos casos, se pone de manifiesto cómo “el poder coercitivo del Estado está siendo utilizado para imponer una agenda laicista en la sociedad mientras se empuja a la creencia y práctica religiosa fuera de la vida pública”.

Los llanos y montañas del Bajío fueron el escenario de combate, donde los cristeros defendieron la libertad de culto; en cambio, hoy este derecho humano tiene otro campo de batalla: el estudio y promoción de los derechos humanos y la solidaridad con los perseguidos.

Las “Cristiadas” de hoy se ubican en el plano intelectual: hace falta conocer y entender los derechos humanos y, en concreto, el derecho a la libertad religiosa, que es inherente al ser humano, con independencia de cuál sea su credo. Es importante que los creyentes sepamos razonarlo y darlo a conocer.

Estas nuevas “epopeyas de la fe” incluyen también la solidaridad: es necesario que en Occidente sepamos del sufrimiento de los creyentes que son minoría en los países de Oriente. Hay que sacar de las catacumbas las persecuciones actuales y, a través de los medios, conseguir una presión internacional a favor de esas minorías.

domingo, 6 de mayo de 2012

Paz mundial, ¿mera retórica?


Año 8, número 366.
Luis-Fernando Valdés

Paradójico: mientras explotaban hombres-bomba en Afganistán, como protesta por la sorpresiva visita del Presidente Obama a Kabul (Reuters), en el Vaticano un grupo de intelectuales se reunía para hablar de la paz mundial (2.V.2012). Ante la dura realidad de la violencia, dentro y fuera de nuestro País, ¿no es utópico hablar de los “principios teóricos” que llevarán a la paz?
Benedicto XVI y la Catedrática de Harvard,
Mary Ann Glendon, Presidenta de la Pontificia
Academia de Ciencias Sociales.

La Pontificia Academia para las Ciencias Sociales celebró su asamblea plenaria, en Roma, para estudiar las aportaciones de la Encíclica “Pacem in Terris” de Juan XXIII, a la doctrina social de la Iglesia, en el marco del 50º aniversario de su publicación (11 de abril de 1963).

El evento fue encabezado por la Profesora norteamericana Mary Ann Glendon, Presidenta de esta Academia vaticana. Al evento acudieron diversas personalidades mundiales, y en la inauguración del simposio recibieron un mensaje del Papa Benedicto (27.IV.2012). [En español]

El Santo Padre habló de los principios que son el fundamento de la paz. Recordó que el Papa Juan escribió una “carta abierta al mundo” en plena guerra fría, la cual fue un “apremiante llamamiento para promover en todos los ámbitos sociales, nacionales e internacionales la causa de la paz y la justicia”. Cabe recordar que esta Encíclica ha sido la única publicada íntegramente por el “New York Times”.

El Papa Ratzinger explicó que después de los atentados terroristas que sacudieron el mundo en septiembre de 2001, el beato Juan Pablo II insistió en que no puede haber “paz sin justicia, ni justicia sin perdón”.

Benedicto XVI insistió en que la clave de la paz es el perdón. “La noción de perdón tiene que abrirse camino en el discurso internacional sobre la resolución de conflictos, para transformar el lenguaje estéril de la recriminación mutua que no lleva a ninguna parte”.

El Papa alemán aclaró que “el perdón no es una negación del error sino una participación en la curación y el amor transformador de Dios que reconcilia y restaura”. Es una propuesta desde la fe, mediante la cual sabemos que podemos perdonar, porque Dios nos ha perdonado primero. Y, en cambio, rechaza la simplificación de que el perdón consiste en dejarse humillar.

El Pontífice aplica este principio del perdón para la paz, a la situación global. “Los errores históricos y las injusticias se pueden superar solo si los hombres y las mujeres se inspiran en un mensaje de recuperación y esperanza”.

E insistió en la necesidad de un mensaje abierto a lo sobrenatural “que señale un camino para salir del atolladero en que, tan a menudo quedan encerradas las personas y las naciones, sin poder salir del círculo vicioso de la violencia”.

Jimmy Wales, fundador de WikiPedia, elogió la
Encíclica "Pacem in Terris" de Juan XXIII.
Las reacciones a las propuestas de la Academia Pontificia han sido muy positivas. El fundador de Wikipedia Jimmy Wales, elogió la “Pacem in Terris” como “algo grande”, y señaló que lo que le llamó la atención de la Encíclica “fue lo moderna que es y cómo está en sintonía con el pensamiento moderno” (ACI Prensa, 2.V.2012).

Algunos medios se hicieron eco del mensaje de Benedicto XVI. “El Papa defiende el ‘perdón’ como medio para ‘solucionar conflictos’ ”, publicó la cadena UnivisionNoticias.com. Y en el Vatican Insider apareció el titular: “Sin perdón no puede haber paz”.

Todos deseamos la paz, que no llegará como el mero equilibrio de fuerzas beligerantes ni como fruto de negociar con los violentos. El “precio” de la paz señalado por el Papa es muy alto: querer perdonar. Pero, ¿no valdrá la pena empezar a “pagarlo”, para que la paz no se quede en mera retórica?