Luis-Fernando Valdés López, sacerdote y teólogo, comenta noticias destacadas de la semana, con un enfoque humanista, desde la razón creyente.
domingo, 30 de mayo de 2010
Genoma artificial: ¿creación sin Dios?
domingo, 23 de mayo de 2010
Blindaje pontificio
Benedicto XVI saluda a los 200 mil fieles reunidos en la Plaza de San Pedro durante el "Pope Day"
Luis-Fernando Valdés
Aunque en nuestro País tuvo poco eco mediático, el domingo pasado (16 de junio), Benedicto XVI recibió un homenaje multitudinario, en la Plaza de San Pedro. Durante el tradicional rezo del Angelus, el Papa fue calurosamente aclamado por cerca de 200 mil personas, que celebraban el “Pope Day”. ¿Por qué tanta gente? ¿es popularidad o mero fanatismo? ¿hay algo más?
Unos días antes de esa acogida, el Papa había celebrado una Misa en Fátima (Portugal), con medio millón de asistentes, cien mil más que los que Juan Pablo II había reunido en ese mismo lugar, 10 años antes.
Ambos eventos, tiran al aire un mito que fue inventado casi desde el inicio del pontificado de Benedicto XVI: que éste iba a ser menos popular que el Papa Woytila. Es decir, que el auge Papado estaba ligado al carisma personal de Juan Pablo II, y que desaparecería cuando el Papa polaco falleciera.
Estos hechos no tendrían tanta relevancia, si en las semanas anteriores la figura del Papa no hubiera atravesado la dura crisis mediática, producida por el escándalo de abusos a menores por parte de unos cuantos sacerdotes. Este episodio, calificado por Benedicto XVI como la persecución más dura de la historia, debería haber bajado la popularidad del Obispo de Roma, y sucedió justo lo contrario.
Es importante buscar la causa de este fenómeno, y no dejarnos llevar por respuestas simplificadas o por prejuicios. Sería una respuesta muy simple decir que es por “fanatismo”, pues en semanas anteriores hemos publicado las muestras de apoyo de intelectuales europeos que se declaran agnósticos. Y el domingo pasado apoyaron al Papa también políticos no católicos. ¿Desde cuándo los no creyentes son fanáticos de la religión?
La figura del Papa es algo más que ser el jefe de una religión mundial. El mensaje bimilenario que sostiene y transmite íntegramente de una época a otra, coincide con lo más profundo de la aspiraciones humanas de felicidad, plenitud, concordia, solidaridad y paz.
Posiblemente, la fidelidad inquebrantable a ese mensaje con el que la gran mayoría se siente identificado, aunque no sea creyente, sea una de las causas de esta popularidad del Santo Padre. El mundo globalizado necesita un líder moral y lo ha encontrado en el Obispo de Roma, a pesar de las diferencias en las creencias religiosas de los diversos pueblos del planeta.
Además, creyentes o no, todos intuimos que “puede haber” algo más, de origen sobrenatural, que sea la explicación de este mundo; y saber que hay un hombre comprometido a fondo con esa causa, a todos nos llena de esperanza: si ese Dios cercano y misericordioso que Benedicto XVI predica existe, el mal de este mundo no tiene la última palabra.
Sin embargo, el fenómeno del papado no se explica sólo con categorías sociológicas. ¿Qué rey o emperador ha tenido una continuidad de 21 siglos? ¿Qué líder moral es reconocido por personas de lugares y culturas tan distintas: desde Roma hasta Pekín, pasando por New York, Johannesburg y Sydney?
Seguramente debe haber “algo más” que lo explique: no es descabellado pensar que las palabras de Jesucristo: “Tú eres Pedro y sobre esta Piedra edificaré mi Iglesia”, son las que otorgan al Pontífice Romano ese “blindaje” especial, que garantiza que el Papa seguirá ahí, y que siempre tendrá un sucesor. Esa misma protección sobrenatural es la que hará que, a pesar de sus malos miembros, la Iglesia continúe con su papel de valuarte de la vida, de la familia, de la cultura y de la paz.
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domingo, 16 de mayo de 2010
Las confesiones del Papa
Luis-Fernando Valdés
Benedicto XVI realizó en Portugal su 15º viaje pastoral fuera de Italia. Después de cada una de las visitas apostólicas de este Papa a los diversos países, la imagen del Pontífice ha quedado reforzada. Entre los nubarrones de la crisis mediática de la Iglesia, provocada por los escándalos de abusos por parte de sacerdotes, ahora “conquistó” a … los propios periodistas.
Este viaje apostólico (del 11 al 14 de mayo pasados) inició con la tradicional conferencia de prensa en el avión, camino hacia Lisboa. Le preguntaron al Papa por el “tercer secreto” de Fátima, y el Santo Padre dio una respuesta bastante inesperada, por lo fuerte de sus palabras, por lo profundo de la autocrítica por parte de la cabeza de la Iglesia.
Explicó que esa revelación privada ya se cumplió, pero que su mensaje de penitencia sigue siendo actual: “se habla, se ve la necesidad de una pasión de la Iglesia, que naturalmente se refleja en la persona del Papa, pero el Papa está por la Iglesia y, por tanto, son sufrimientos de la Iglesia los que se anuncian”.
Y explicó que estos sufrimientos tan fuertes son provocados por la Iglesia misma: “La novedad que podemos descubrir hoy en este mensaje reside en el hecho de que los ataques al Papa y a la Iglesia no sólo vienen de fuera, sino que los sufrimientos de la Iglesia proceden precisamente de dentro de la Iglesia, del pecado que hay en la Iglesia”.
A continuación, el Sucesor de Pedro dio un mensaje escalofriante: que estamos presenciando “la mayor persecución de la Iglesia”, la cual “no procede de los enemigos externos, sino que nace del pecado en la Iglesia y que la Iglesia, por tanto, tiene una profunda necesidad de volver a aprender la penitencia, de aceptar la purificación, de aprender, de una parte, el perdón, pero también la necesidad de la justicia”.
Ante esta claridad del Romano Pontífice, las reacciones no se hicieron esperar. Rachel Donadio, la corresponsal del “New York Times”, periódico que ha mostrado una especial agresividad en su cobertura de la crisis de los abusos en la Iglesia, reconoció que “Benedicto XVI emitió sus declaraciones más contundentes sobre la crisis de abuso sexual que barre a la Iglesia Católica” (www.nytimes.com del 12.V.2010).
Por su parte, el vaticanista del diario español “El País”, Miguel Mora, conocido por su poca simpatía hacia Juan Pablo II, escribió un sorprendente artículo, en el que alaba al actual Pontífice. Según Mora, “cuando el escándalo de la ocultación de la pederastia clerical ha generado la peor crisis de la Iglesia católica en décadas, Ratzinger ha dado lo mejor de sí mismo y ha liderado, con un coraje y una ferocidad de gladiador solitario, impropios en un hombre de 83 años” (“El gladiador solitario”, en www.elpais.es del 12.V.2010).
La sincera actitud del Papa Joseph Ratzinger de aceptar los problemas de la Iglesia, y de enfrentarlos con valentía, empieza a ser reconocida por algunos de los vaticanistas menos favorables al Obispo de Roma; pero desde mucho antes fue ya reconocida y admirada por la gente común y corriente. La prueba es que durante la Misa celebrada en la explanada del Santuario de Fátima el 13 de mayo, se reunieron 500 mil personas, mientras que justo 10 años antes, ahí mismo, Juan Pablo II fue acompañado por 400 mil.
Benedicto XVI no ha intentado maquillar la crisis de la Iglesia, sino que la ha denunciado con valentía. Por eso, este Papa en poco tiempo será reconocido por la fortaleza para enfrentar los problemas profundos de la Iglesia.
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domingo, 9 de mayo de 2010
Carlos Llano: "un gran servidor de sus amores"
Conocí a un hombre extraordinario, que dejó una profunda huella en mi vida. Dios lo premió llamándolo a su presencia, el pasado 5 de mayo. Se trata del inolvidable Dr. Carlos Llano Cifuentes, fundador del IPADE y de la Universidad Panamericana. Filósofo y empresario, supo inspirar a miles de personas a buscar el sentido profundo –humano y espiritual– de la vida académica y de la actividad económica.
El Dr. Llano destacó por su enorme producción literaria (decenas de libros y artículos de filosofía y de empresa), por sus grandes dotes de oratoria, pero es recordado por todos los que le conocimos por su gran corazón. Siempre tuvo una palabra, un detalle, para cada uno de los que lo tratamos.
Esta gran capacidad de querer a todos era el fruto de su vida espiritual. Miembro del Opus Dei desde 1948, hizo vida el ideal de San Josemaría Escrivá: buscar a Dios en la vida ordinaria. Ese intenso amor a Dios le llevó continuamente a hacer felices a los demás.
Es imposible presentar una semblanza de tan gran personaje en tan breve espacio. Son muchos los que convivieron con él, y bastantes son los relatos que cada uno podría testimoniar. En estos días he escuchado con emoción muchos recuerdos de Carlos Llano, pero hay uno que me gustaría compartir con los lectores, pues explica la razón de la grandeza del añorado Profesor.
Se trata de un mensaje del Dr. José Manuel Núñez Pliego, Rector del Campus México de la Universidad Panamericana, quien fue un alumno muy destacado de Carlos Llano, y que trabajó a su lado durante años. Por eso, seguramente Núñez Pliego es una de las personas que mejor ha sabido entender la figura del Dr. Llano.
El Dr. Núñez explica condensadamente que “él era un hombre apasionado; un buscador de la verdad; una persona preocupada por formar a otros. Tuvo a lo largo de su vida, la capacidad de entusiasmar a muchos con aquello que él amaba: la verdad, las personas, el Opus Dei, Dios”.
Luego, el Rector Núñez explica el núcleo de la gran personalidad de Carlos Llano: “No quería ser el centro, no buscaba el aprecio de los demás, no pensaba en sí mismo; estaba enfocado hacia aquello que amaba e invitaba a compartir, para él, él mismo era poca cosa, más grande era lo que amaba”.
La figura del Dr. Llano será cada vez más grande, pues pronto se irán conociendo más y más detalles de una existencia centrada en Dios y en ayudar a los demás. Su vida, en términos muy actuales, fue una vida lograda, plena.
Pero, esta plenitud contrasta con el modelo de éxito que se nos presenta la cultura contemporánea. Hoy se considera exitoso sólo al que consigue altas metas económicas, o académicas, al que es conocido en la opinión pública. Tanta veces, el éxito y el egoísmo van de la mano. Todo lo contrario ha sido el caso de Carlos Llano: el secreto de su victoria fue servir a sus ideales.
En palabras de José Manuel Núñez, “su motor nunca fue su propio yo, siempre fue la capacidad de ponerse a sí mismo al servicio de sus amores: hacer el Opus Dei, extender el mensaje de San Josemaría; promover instituciones que siguieran, después de su partida, influyendo en la búsqueda de la verdad y la promoción del hombre. Fue un gran servidor de sus amores y, como se sentía poco para tan grandes pasiones, encendía en los demás esos amores”.
Descanse en paz Carlos Llano, “siervo bueno y fiel” (Mateo 25, 6), quien me ayudó a forjar mi mente y mi corazón en un deseo continuo de buscar la verdad, y de armonizar mi fe con la razón; quien me motivó con su ejemplo a ser un hombre con corazón.
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domingo, 2 de mayo de 2010
Arizona: democracia fuera de límite
El Estado de Arizona (EUA) aprobó recientemente la Ley de Inmigración SB1070, promovida por la Gobernadora Jan Brewer, que autoriza a las autoridades policiacas a detener a cualquier sospecho de ser un inmigrante ilegal (23.IV.2010). Esta iniciativa, conocida ya como “la legislación más dura de la nación (norteamericana)”, autoriza que la policía pueda interrogar a quien sea, si sospecha que reside ilegalmente en ese país. La simple apariencia de ser latino es suficiente para ser considerado como ilegal: ¿a esto lleva la democracia?
Las protestas dentro y fuera de la Unión americana no se han hecho esperar. Las autoridades y el Senado mexicanos han manifestado su inconformidad, mientras que otras entidades federativas de Estados Unidos, como California y Texas han declarado su desacuerdo con esta medida adoptada en Arizona. Y, en ambos países, diversas organizaciones han pedido un boicot contra ese Estado.
Por su parte, Arizona recientemente ha intentado atenuar la nueva ley, con unas enmiendas al texto aprobado. Sin embargo, la policía del condado de Maricopa (que incluye a Phoenix, capital de ese Estado) han iniciado ya una serie de redadas para arrestar a los migrantes ilegales.
Ante esta situación, que amenaza con ser permanente, ¿qué hay que decir desde el punto de vista de la democracia y de los derechos del hombre?
Iniciemos por hablar de la “Carta democrática interamericana”, firmada por los Países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), fechada simbólicamente el 11 de septiembre de 2001. Este documento otorga a los gobiernos del continente (incluidos los Estados Unidos) una guía acción colectiva cuando la democracia enfrenta peligros, entre los cuales se cuenta la discriminación.
Esta Carta señala “el respeto de los derechos humanos” como el primero de los “elementos esenciales de la democracia” (art. 3). Y, a la vez, sostiene que la “democracia es indispensable para el ejercicio efectivo (…) de los derechos humanos” (art. 7). Entonces, si se atenta contra un derecho humano, se atropella la democracia.
Por eso, este tratado internacional considera que “la eliminación de toda forma de discriminación, especialmente la discriminación de género, étnica y racial” contribuye “al fortalecimiento de la democracia” (art. 10).
Y en el caso de Arizona, su Constitución local ha caído en una clara forma de discriminación, y por tanto, está atentando contra la democracia. No es nuevo que “democráticamente” (por mayoría de votos) un estado o una nación aprueben una ley que viola los derechos humanos y atropella la democracia. En las elecciones de la Alemania de 1933, los ciudadanos votaron por el partido nacional-socialista, y días más tarde Hitler fue nombrado Canciller (Primer Ministro), el cual convertido en dictador inició la Segunda Guerra Mundial y ordenó el Holocausto de los judíos.
El caso de la Ley SB1070 nos sitúa frente a los límites mismos de la democracia. Este sistema no es absoluto, pues está en función del ser humano y sus derechos fundamentales. Cuando se reduce la democracia al ejercicio de votar, cuando se piensa que el voto de la mayoría convierte en verdadera o buena una decisión, se corre el gran riesgo de una tiranía disfrazada.
Si la dignidad humana no está por encima de los votos, terminaremos por votar que un grupo particular de seres humanos –los inválidos, los no-nacidos, los inmigrantes– sea eliminado. La verdadera democracia es la que tutela a todo ser humano, sin discriminación.
Correo: lfvaldes@gmail.com
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