sábado, 31 de agosto de 2013

Siria: ¿una guerra más?


Año 9, número 434
Luis-Fernando Valdés

Barcos y aviones de Estados Unidos están listos para atacar Siria, como represión por el uso de armas químicas contra los rebeldes opositores al Gobierno. Parece el inicio de otro conflicto bélico mundial. ¿Es una guerra más? ¿qué podemos hacer los que vivimos tan lejos del Medio Oriente?
Un matrimonio sirio llora a sus familiares
fallecidos en los ataques recientes. 


La oposición siria acusó al régimen del Presidente sirio, Bachar al-Assad, de perpetrar un ataque con armas químicas, el 21 de agosto pasado, que habría causado la muerte –al menos– a 1,420 personas en el este de Damasco, en el suburbio de Ghuta. El Gobierno sirio reconoció que el ataque, pero aseguró que lo hizo con medios convencionales y negó de plano el uso de armamento ilegal. [El País - Internacional, 21 agosto 2013]

Esta situación ha desatado un conflicto internacional entre Washington y Moscú, pues días más tarde, un informe de la inteligencia estadounidense precisó que fueron 1,429 personas, entre ellas al menos 426 niños, las murieron en ese ataque atribuido al régimen sirio.

Y el Presidente Obama declaró a continuación que eso no quedará sin respuesta, ya que, a su juicio, representa un “desafío para el mundo”, y amenazó con una acción militar sin soldados sobre el terreno. [La Vanguardia, 30 agosto 2013]

Pero el Presidente ruso, Vladimir Putin, consideró que las pruebas aducidas son insuficientes, y le recordó a Obama que debe actuar conforme al Premio Nobel de la Paz, que recibió en 2009; y, además, exhortó a Washington a “pensar como es debido” antes de lanzar un ataque contra Siria. [La Vanguardia, 31 agosto 2013]

Y mientras los Jefes de Estado de las naciones más poderosas discuten, los ciudadanos sirios siguen sufriendo los tormentos de la guerra civil, iniciada hace dos años y medio. Una misión de “Cáritas” italiana en Medio Oriente reconoció que en ese período son más de 100 mil las víctimas y de 4.5 millones los desplazados.

El Presidente de este organismo declaró que “el uso de las armas en Siria tendrá como resultado solamente otra ‘espiral’ de violencia y la degeneración de la ya dramática condición en la que viven cientos de miles de personas. Cualquier incremento de la presencia militar en el conflicto tendrá como resultado una situación todavía más insostenible.” [Vatican Insider, 29 agosto 2013]

Por su parte, líderes religiosos piden que no haya intervención militar. Desde Damasco, el Arzobispo Metropolitano siro-ortodoxo de “Jazirah y Éufrates”, Eustathius Matta Roham, explicó que “es fácil dar inicio a los ataques aéreos contra Siria, pero es difícil poner fin a la guerra y a las consecuencias de estos ataques para todo Oriente Medio”.

Y añadió: “En todas partes de Siria y fuera de ella, los fieles están rezando para que no suceda el ataque por parte de los países extranjeros contra Siria y para que se pueda construir la paz en toda la región.” [Vatican Insider, 30 agosto 2013]

Desde el Vaticano, El Papa Francisco y el rey Abdullah II de Jordania rechazaron la posibilidad de una intervención militar internacional en contra del régimen sirio, y reafirmaron “que la vía del diálogo y la negociación entre todos los componentes de la sociedad siria, con el apoyo de la comunidad internacional, son la única opción para poner fin al conflicto y la violencia.” [Vatican Insider, 29 agosto 2013]

Mientras los líderes políticos mundiales ven Siria como una estrategia, los sirios gritan exigiendo la paz. Los políticos son sensibles a lo que toca su “popularidad”, y sólo cuando ven que la pueden perder, cambian su posición.

Por eso, como ciudadanos de un País lejano al conflicto, nuestro papel es hacer que aquellos gritos sean oídos por los que tienen en sus manos la paz. Si nos quedamos callados, seremos cómplices de las bombas y de las lágrimas.

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