Luis-Fernando Valdés
El escándalo de los
“vatileaks” tiene en efervescencia a la prensa italiana, y a la del resto de
Occidente. Entre tantas declaraciones y especulaciones, se han perdido de vista
el fondo del asunto: un ataque al Papa.
Paolo Gabriele, Mayordomo del Papa, acusado de ser el "cuervo" que filtró documentos del Vaticano. |
Dos noticias han
cimbrado recientemente los Palacios vaticanos. La primera fue el arresto de
Paolo Gabrielle, mayordomo del Papa, acusado de ser el “cuervo” que filtró
importantes documentos pontificios. La otra, el despido de Ettore Gotti
Tedeschi, Director general del banco vaticano (el “Istituto per le Opere di
religione”). Según el vaticanista Luigi Accattoli, estas dos notas y luego el
vacío informativo han hecho que “el sistema de los medios enloquezca y genere
monstruos”. [“Nella
notte in cui tutti i corvi sono neri”, 29.V.2012]
El portavoz
vaticano, el P. Federico Lombardi, declaró que en estos días “algunos están
enloqueciendo, en el sentido de que escriben cosas que no me parecen ancladas a
hechos precisos”. E insistió: “el respeto de las personas va antes que todo lo
demás”. [Vatican Insider, 30.V.2012]
¿Cuál es el objetivo
de las filtraciones? Según el prestigiado historiador italiano, Alberto
Melloni, se trata de un “ataque contra el Papa” por parte de los que quieren
decirle: “te has equivocado al elegir al Secretario de Estado y te has
equivocado al no cambiarlo”. “La noticia verdadera es el mensaje que quería
enviar el que ha filtrado los documentos. Que es: ‘ustedes no son capaces de
proteger al Papa’ ”. [Vatican Insider, 23.V.2012]
Suena fuerte, pero
sí se trata de un ataque contra le persona del Pontífice. El sustituto de la
Secretaría de Estado, el arzobispo Angelo Becciu, en una entrevista reciente lo
admite: “no deja de ser verdad que el ataque que ha sufrido es brutal:
Benedicto XVI ha visto cómo se publicaban documentos robados de su casa,
papeles que no son simplemente correspondencia privada, sino informaciones,
reflexiones, manifestaciones de conciencia, incluso desahogos que ha recibido
únicamente en razón de su ministerio”.
El “número 3” del
Vaticano explica también que “por eso, el Pontífice está especialmente dolido,
entre otras razones por la violencia sufrida por los autores de las cartas o de
los escritos dirigidos a él”. [L’Osservatore romano, 31.V.2012]
¿Un Papa
abandonado? Benedicto XVI se siente adolorido, pero no desamparado. En su
última Audiencia pública afirmó que “os acontecimientos de estos días,
referidos a la Curia y a mis colaboradores, han llevado tristeza a mi corazón”,
pero a la vez sostuvo que confía en su equipo: “Deseo por ello alentar y
renovar mi confianza a mis más estrechos colaboradores, así como a cuantos me
ayudan en el cumplimiento de mi ministerio cotidianamente, con fidelidad,
espíritu de sacrificio y en el silencio”. [Vatican Information Service, 30.V.2012]
¿Por qué lo
atacan? El Papa alemán es un
intelectual, pero a la vez es un hombre que sabe poner disciplina. Tiene la
dulzura del Predicador y la fortaleza del Pastor. No cabe duda de que a más de
algún “insider” de la Curia le molesta la “operación limpieza” que Benedicto
XVI está haciendo en el interior de la Iglesia.
Pero el Papa cuenta
con el apoyo de los católicos de a pie, como se nota en este correo que recibí
desde la Ciudad Eterna: “Es en verdad un momento de consternación y tristeza;
pero comentando estos detalles con amigos sacerdotes que viven aquí en Roma y
uno de ellos me decía: ‘esto es signo de que Benedicto está trabajando por
poner en orden las cosas que pertenecen a la jerarquía de la Iglesia, por
limpiarla, para que sea lo que está llamada a ser; esto es signo, por tanto, de
que tenemos un Papa que fuertemente está luchando por conservar a la Iglesia”.
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