Luis-Fernando
Valdés
Una vez más, un tirador abrió fuego en una escuela estadounidense.
Y la polémica de regular la posesión y uso de armas en ese país se vuelve a
encender: ¿es absoluto el derecho a poseer armas o se puede restringir?
Vigilia en memoria de las víctimas del tiroteo, ocurrido en una escuela de Parkland, Florida. (Foto: Getty Images) |
1. Un tiroteo anunciado.
El pasado 14 de febrero, en una escuela de
Parkland (Florida), Nikolas Cruz, de 19 años y armado con un rifle de asalto, abrió
fuego, mató a 17 personas e hirió a 15 más. En esta tragedia, se destaca que el
FBI fue advertido de un potencial atentado, pues Cruz dejó avisos en las redes
sociales.
En septiembre pasado, un “youtuber”, llamado Ben Bennight, notó un
comentario alarmante en uno de sus videos, firmado por Nikolas Cruz, en el que
decía: “me volveré tirador escolar profesional”. Bennight dio aviso a la
policía del FBI en Mississippi. (Milenio,
15 feb 2018)
Además, el 5 de enero una persona cercana a Cruz llamó por
teléfono al FBI y ofreció información sobre “su posesión de armas, su deseo de
matar gente, comportamiento errático y comentarios en rede sociales, así como
el potencial para atacar una escuela”. (Milenio,
16 feb 2018)
2. Armas en manos
equivocadas. Hay una cuestión de fondo: si el
derecho a poseer armas es absoluto o no. Como es lógico, el derecho a la propia
defensa es incuestionable y por eso existe un derecho a adquirir armas.
Sin embargo, no se pueden equiparar el derecho a defenderse con el
derecho a tener armas de fuego. Y el motivo es claro: hay personas que no
tienen la capacidad mental para utilizar adecuadamente los instrumentos para
defenderse, y se pueden convertir en potenciales agresores.
Una manifestación de esta equiparación de ambos derechos es que,
mientras el Presidente Trump atribuía la culpa del atentado a una “enfermedad
mental” de Cruz, su propio gobierno debilitó los controles que buscaban impedir
que personas registradas por problemas mentales adquieran armas. (Univisión,
16 feb 2018)
3. ¿Se puede regular la
libertad? La defensa de la libertad no es nada fácil
porque, por una parte, este don humano debe ser garantizado absolutamente y,
por otro, necesita cauces que permitan vivirlo sin afectar a terceros.
Pero precisamente estos dos polos nos hacen ver que “existe” la
libertad y que, a la vez, su “ejercicio” debe ser educado. Como no todos los
sujetos están en situación de ejercer con dominio y responsabilidad su
libertad, se pueden regular algunas manifestaciones de ese ejercicio, como el
libre acceso a la compra de armamento.
Epílogo. La libertad personal es un gran don, que debe ser tutelado. Pero
la “libertad de poseer” no está al mismo nivel que la “libertad personal”, por
eso el derecho a poseer armas no es absoluto, ni el primero.
El recto uso de la libertad implica reconocer una jerarquía de
derechos, en el que el derecho a la vida es el primero, y todos se deben
subordinar a él. Por eso, regular cuáles personas sí pueden poseer y usar armas
y establecer quiénes no pueden hacerlo, no es un atentado contra la libertad;
al contrario, es reconocer que la libertad humana necesita ser educada y
orientada.
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