Año 13, número 629
Luis-Fernando Valdés
La reciente visita
del Presidente Trump al Papa Francisco el contiene un mensaje y una línea de
acción que están más allá de las caras serias de la foto oficial. ¿Cuál es el contenido
real de este encuentro?
Francisco obsequió a Trump un regalo muy significativo: un medallón con el olivo de la paz (Foto: americamagazzine.org) |
1. El encuentro. La reunión entre ambos
dignatarios fue muy bien descrita por los medios internacionales, en los que no
faltó el comentario al atinado atuendo de la Primera. Como acertadamente
comenta el periodista Ary Ramos, lo más importante de la visita de Trump al
Vaticano “es lo que no se ve”: los temas de agenda internacional (Aleteía,
24 mayo 2107).
Hoy deseo destacar
que lo que quizá pasó más desapercibido en la opinión pública fueron las
peticiones del Papa a Trump sobre la paz, junto con el cuidado de la vida y el
respeto a los migrantes.
La paz fue el gran
tema de la reunión. En el comunicado de presa, la Santa Sede destacó, como
punto clave del encuentro, “la promoción de la paz en el mundo mediante la
negociación política y el diálogo interreligioso”, con particular referencia a
la situación en el Medio Oriente y a la tutela de las comunidades cristianas.
2. Dos regalos llenos de significado. Durante
el breve encuentro, el Pontífice obsequió una medallón con un olivo que
representa la paz y la unidad. “Es un olivo, que es símbolo de la paz, con dos
ramas. Aquí la división de la guerra, en el medio, y el olivo está tratando de
reunirlos lentamente en paz”, le dijo el Papa al mandatario mientras le daba el
obsequio.
“Nosotros necesitamos la paz”, fue la respuesta de Trump y, de
inmediato, añadío Francisco: “Este es uno de mis grandes deseos: que usted pueda
ser un árbol de olivo para la paz”. Además, el Pontífice regaló al Mandatario un
ejemplar del Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2017, y le dijo: “Lo he
firmado para usted personalmente”.
3. El monoteísmo y la paz. Detrás de
ese intercambio de obsequios, hay una toda una estrategia por la paz, en la que
la diplomacia y la religión se dan encuentro, aunque cada una permanece en su
propio ámbito. Eso es lo que, entre líneas, destacó la nota de prensa.
La visita de Trump al Papa fue solo una escala
del primer viaje internacional del Presidente de los Estados Unidos, que
también incluyó a Israel y a Arabia Saudita. Sin duda, hay motivos políticos y
estratégicos de los norteamericanos en esta aproximación de Trump a las tres
grandes religiones monoteístas del planeta.
Pero es importante
destacar que ahora mismo las religiones son un factor de diálogo y de
cooperación internacional con los gobiernos civiles, de manera que son un
interlocutor válido para la paz mundial.
¡Qué lejos en la
historia ha quedado ya las guerras entre religiones! Por este papel social de
las religiones buscando la paz, queda al descubierto la falsedad de los
movimientos terroristas que justifican su violencia a nombre de la fe.
La paz fue el gran
protagonista de la reunión entre el Papa Francisco y el Presidente Donald
Trump. Utilizando el lenguaje de la diplomacia, expresado con regalos llenos de
significado, el Pontífice le pidió al Mandatario de una de los países que puede
equilibrar o romper el orden internacional, que sea como el olivo, un
protagonista de la paz.
No se trata de
pensar que Trump será un mecenas mundial o de que obedecerá al Papa. Más bien
hay que entender que Francisco utilizó su prestigio moral para pedir
personalmente al Presidente del poderoso país del norte que busque la paz. ¡Esto
no es poco!
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