Año 13, número 623
Luis-Fernando Valdés
El reciente
Domingo de Ramos quedó ensangrentado por los atentados del Estado Islámico
(ISIS) a dos iglesias cristianas coptas en Egipto. ¿Qué pensar de esta
violencia? Este atentado tiene dos lecturas: la del ISIS, de odio; y la
cristiana, de perdón y esperanza.
1. Los mensajes de ISIS. El grupo
terrorista, el autodenominado Estado Islámico, se
adjudicó dos ataques suicidas contra cristianos coptos. El primero ocurrió
en la localidad de Tanta, al norte de Egipto, donde un terrorista detonó una
bomba en la Iglesia de San Jorge, que estaba abarrotada de fieles que
celebraban el Domingo de Ramos.
Horas después, en
Alejandría, hubo otra explosión ahora en la Catedral de San Marcos, donde
minutos antes había estado el Patriarca copto. En ambos episodios, murieron 44
personas y más de 100 resultaron heridas. (NPR,
9 abril 2017)
De esta manera, el
ISIS envió un claro mensaje de intolerancia contra el cristianismo, pues los
dos atentados fueron realizados mientras los fieles cristianos celebran la Misa
del Domingo de Ramos, con la que iniciaba la Semana Santa.
Además, el ISIS
utilizó estos ataques en el norte de Egipto, para amenazar la Conferencia de Paz
que se llevará a cabo en la capital de ese país, el próximo 28 de abril, en la
que participarán tanto el Papa Francisco como el “Papa Copto”, Tawadros II,
Patriarca de los cristianos ortodoxos de rito copto.
2. Los mensajes de Tawadros II y de
Francisco. La respuesta de ambos líderes religiosos contrasta con el
mensaje de odio del ISIS. El Patriarca copto dijo, durante el funeral, que
estos cristianos asesinados “han pasado del dolor al abrazo de Cristo”. Los
llamó “mártires” y afirmó que “han sido llamados al cielo en el día de fiesta”
pues murieron el Domingo de Ramos.
Por su parte, el
Pontífice católico le envió sus condolencias al Patriarca y todo el “querido
pueblo egipcio”. Francisco tuvo un gesto de gran caridad hacia los agresores,
pues pidió “que el Señor convierta los corazones de los hombres que siembran
terror, violencia y muerte; que convierta también el corazón de aquellos que
fabrican y trafican con armas”. (ACI,
9 abril 2017)
3. Una consideración religiosa sobre el
atentado. ¿Por qué Francisco y Tawadros II reaccionaron con benignidad? Resulta
muy llamativo que ambos líderes espirituales respondan con perdón al odio del
ISIS, pero en realidad la misericordia es característica distintiva del
cristianismo.
En efecto, el
cristianismo antes que ser una doctrina o una moral o un conjunto de ritos, es
una Persona viva, Jesucristo. Cristo es la esencia del cristianismo (R.
Guardini) y, por tanto, ser cristiano consiste en imitar a Jesús, que vino a
proclamar el amor y el perdón.
La Semana Santa da
sentido a la vida de cada cristiano, pues mediante la Pasión y la Crucifixión,
Jesús –el Dios hecho hombre– asumió lo más profundo del dolor físico, de la
traición y de la muerte, que se convierten en camino para la Resurrección.
Y así es como
Francisco y Tawadros II interpretan el martirio de los fieles que murieron el
domingo pasado: vivieron su “Semana Santa”, pues con ramos en sus manos
sufrieron la pasión del atentato y ahora han resucitado a la vida eterna.
El terrorismo pseudo-religioso
del ISIS siembra odio, pero no recibirá una respuesta violenta por parte de los
cristianos. El odio nunca podrá acabar con la esperanza cristiana de una
civilización del amor, porque Cristo hoy –por boca de sus seguidores– sigue
diciendo: “perdónalos porque no saben lo que hacen”.
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