Luis-Fernando Valdés
Día de las madres.
Una fecha muy esperada para acompañar a nuestras mamás, y mostrarles nuestro
cariño con regalos. Por eso, hoy les compartimos con afecto unos mensajes del
Papa Francisco que elogian el papel de las madres.
1) Las mamás son
generosas. Nuestra cultura valora el papel del sujeto y su responsabilidad;
pero en la práctica, solemos caer en el individualismo cuando exageramos un
poco el hecho de que “individuo” quiere decir “que no puede ser dividido”.
Ante esta
realidad, el Papa comenta que “las madres son el antídoto más fuerte a
la difusión del individualismo egoísta”.
En cambio, explica el Pontífice, “las madres se ‘dividen’, desde cuando acogen
un hijo para darlo al mundo y hacerlo crecer”; es decir, la mamás sabe salir de
sí mismas y dar cabida en su interior a los demás.
2) La mamás dan
testimonio del valor de la vida humana. Francisco alguna vez dijo que suele
pensar en la madres que reciben la noticia de la muerte de un hijo caído en una
guerra. Y añadió que por esa razón, “son ellas, las madres, quienes odian
mayormente la guerra, que mata a sus hijos”.
De ahí que el
Santo Padre se haga cargo del dolor de una madre que ha perdido a su hijo, y
lleno de compresión pueda afirmar: “¡Pobres mujeres, cómo sufre una madre! Son
ellas quienes testimonian la belleza de la vida”.
Por eso, en este
día festivo también caben las lágrimas de recuerdo por los hijos que partieron
a la otra vida, y es importantes manifestarles a esas madres nuestro afecto y
solidaridad.
3) Una entrega
silenciosa. Al inicio de este año, el Pontífice habló del valor del esfuerzo
que realizan las mamás para criar y educar a sus hijo. El Papa tomó unas
palabras del futuro beato, el Arzobispo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, que
decía que las madres viven un “martirio materno”.
El Santo Padre
recordaba unas palabras de este Obispo mártir, que explicaba que “dar la vida
no es sólo que lo maten a uno; dar la vida, tener espíritu de martirio, es dar
en el deber, en el silencio, en la oración, en el cumplimiento honesto del
deber, en aquel silencio de la vida cotidiana, ir dando la vida, como la da la
madre que sin aspavientos, con la sencillez del martirio maternal concibe en su seno a su hijo, da a luz, da de
mamar, hace crecer, cuida con cariño a su hijo. Es dar la vida – y éstas son
las madres. Es martirio”.
4) Una Mamá desde
el Cielo. La maternidad es un puente entre el Cielo y la Tierra, porque Dios
mismo se atribuye sentimientos maternales hacia el Pueblo de Israel (cfr. Isaías
49,15; Mateo 23,37). Además, Jesús encomendó a su propia Madre, María de
Nazaret, el cuidado maternal de la naciente Iglesia (Juan 19,26-27).
Por eso, el papel
materno de la Virgen María es tanto un punto de referencia para todas la mamás
cristianas como un motivo de esperanza y de confianza en obtener la ayuda
divina para sus hijos.
Explica el Obispo
de Roma que “María ha vivido muchos momentos no fáciles en su vida, desde el
nacimiento de Jesús, cuando para ellos ‘no había lugar para ellos en el
albergue’ (Lc 2, 7), hasta el Calvario (cfr. Jn 19, 25). Y como una buena madre
está cerca de nosotros, para que nunca perdamos el valor ante las adversidades
de la vida, ante nuestra debilidad, ante nuestros pecados: nos da fuerza, nos
muestra el camino de su Hijo.”
Con estas
reflexiones del Santo Padre felicitamos a todas las mamás, y a todas las
mujeres que cuidan a chicos y grandes como si fueran hijos suyos, y les
deseamos todas las bendiciones del Cielo.
Fuentes: News.va,
5 mayo 2014; News.va,
8 enero 2015.
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