Año 8, número 386
Luis-Fernando Valdés
Semana de
contrastes. Mientras que Benedicto XVI terminó un viaje por la paz en Líbano,
en diversos países árabes hubo crecientes protestas ante las embajadas de EUA
por un video contra Mahoma. Dos preguntas fuertes: ¿acaso las religiones no son
capaces de traer la paz? o ¿son las religiones las que provocan los conflictos
bélicos?
El líder druso musulmán Mufti El lNaem Hassan saluda a Benedicto XVI en el aeropuerto Rafik Hariri. |
Las religiones,
cuando están abiertas a la verdad, son un medio excelente para la paz, pues
ayudan a la convivencia entre los hombres. El reciente viaje de Benedicto XVI a
Líbano ofrece una respuesta fáctica: el Papa recibió muchas atenciones, por
parte tanto de las autoridades religiosas musulmanas, como de los fieles que
profesan el Islam.
Esta estrecha
convivencia entre unos y otros tiene un significado especial, pues simboliza
que hoy día las grandes religiones han aprendido a convivir. Por eso, el Santo Padre afirmó que la
constante presencia de musulmanes en los actos que presidió, “me permitió
lanzar un mensaje de diálogo y colaboración entre cristianismo e islam. Me
parece que ha llegado el momento de que los cristianos y musulmanes den un
testimonio común, sincero y decidido contra las divisiones, contra la violencia
y las guerras”.
Al despedirse en
el aeropuerto de los líderes musulmanes, Benedicto XVI les dijo que “durante
toda mi estancia he podido constatar cuánto vuestra presencia ha contribuido al
éxito de mi viaje”. Y externó su impresión de que “el mundo árabe y el mundo
entero habrán visto, en estos momentos de turbación, a cristianos y musulmanes
reunidos para celebrar la paz”. [ABC.es, 18.VII.2012]
Benedicto XVI
destacó que el mundo actual necesita fuertes y claras señales de diálogo y de
colaboración y que el Líbano, donde conviven cristianos, musulmanes desde hace
cientos de años “debe seguir siendo un ejemplo para los países árabes y para el
resto del mundo”.
El Pontífice dijo también
que ha llegado el momento de que los cristianos y musulmanes “den un testimonio
común, sincero y decidido contra las divisiones, contra la violencia y las
guerras”. [Diario de Yucatán, 19.IX.2012]
Además el Papa
explicó que “la libertad religiosa tiene una dimensión social y política
indispensable para la paz. Promueve la coexistencia y una vida armoniosa por su
compromiso común al servicio de las causas nobles. La búsqueda de la verdad no
debe imponerse por la violencia, sino por la fuerza de la verdad, que es Dios”.
[Diario de Yucatán, 15.IX.2012]
Benedicto XVI, y
muchos líderes religiosos en el mundo, están haciendo un gran esfuerzo de
dialogar, para mostrar que la búsqueda de Dios mediante una religión se ha
convertido hoy día en un medio para la convivencia pacífica.
Y con esto también
podemos responder a la segunda pregunta. Hoy día, no son las religiones las que
promueven la guerra, sino más bien son más bien algunas minorías radicales, con
pocos miembros respecto al total de creyentes, las que fomentan la violencia a
nombre de la fe.
Con una fe
deformada, los guías de esas minorías promueven el odio. A lo que el Papa
Ratzinger contesta así: “Quien quiere construir la paz debe dejar de ver en el
otro un mal que debe eliminar. No es fácil ver en el otro una persona que se
debe respetar y amar, y sin embargo es necesario, si se quiere construir la
paz, si se quiere la fraternidad”. [aica.org, 17.IX.2012]
El pasado con sus
guerras de religión, y el presente con sus minorías fanáticas han generado una
barrera que impide ver el verdadero valor de las religiones para la paz
mundial. Por eso, es importante pues distinguir entre la verdadera religiosidad
–la que viven la mayoría de las personas– y el fanatismo de unos cuantos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Compártenos tu opinión