Año 12, número 596
Luis-Fernando Valdés
El Papa Francisco
se ha mostrado muy abierto hacia las personas transexuales y, a la vez, es
claro y directo para mostrar su desacuerdo con la ideología de género. ¿Es
posible oponerse a esa ideología sin rechazar a las personas que sufren por su
sexualidad?
Diego Neria, persona transexual, a la derecha, fue recibido junto con su pareja Macarena, en visita privada, por Francisco, el 24 de enero de 2015. (Foto: abc.es) |
1. La ideología de género, “enemiga del
matrimonio”. Durante un encuentro con sacerdotes y agentes de pastoral, en
Tiflis (Georgia), Francisco recordó una vez más que el matrimonio entre un
hombre y una mujer “es la cosa más bella que Dios ha creado”.
El Pontífice
denunció también que actualmente “hay una guerra mundial para destruir el
matrimonio”. El Papa advirtió de “un gran enemigo del matrimonio, que es la teoría
de los géneros”, y advirtió que actualmente “no se destruye con las armas, se
destruye con las ideas. Hay una colonización ideológica que destruye”. (Aciprensa,
1 oct. 2016)
2. Rechazo a la ideología, pero no a las
personas. En el avión papal, a la vuelta de Azerbaiyán, el periodista Josh
McElwee le preguntó: “¿Qué cosa diría a una persona que ha sufrido por años con
su sexualidad?. Se siente verdaderamente que es un problema de biología, que su
aspecto físico no corresponde a lo que él o ella considera su identidad sexual.
Usted, como pastor y ministro, ¿cómo acompañaría a estas personas?”
Francisco explicó
que se puede acoger al que sufre, y a la vez no aceptar la ideología de género.
“Las personas se deben acompañar como las acompaña Jesús. Cuando una persona
que tiene esta condición llega hasta Jesús, Jesús no le dirá seguramente vete
porque eres homosexual. No. Lo que yo he dicho, es esa maldad que hoy se hace
en el adoctrinamiento de la teoría del género.”
Y abundó así: “Una
cosa es que una persona tenga esta tendencia, esta opción, e incluso que cambie
de sexo, y otra cosa es la hacer la enseñanza en la escuela en esta línea para
cambiar la mentalidad. A esto yo llamo colonizaciones ideológicas.” (Aciprensa,
2 oct. 2016)
3. Acoger a quien sufre por su sexualidad. Francisco
respondió largamente a esa pregunta, y dijo que siempre ha “acompañado personas
con tendencia homosexual y también con prácticas homosexuales”, y que “nunca he
abandonado a nadie, esto que quede claro”.
Contó el Papa que
el año pasado recibió un carta de un español, que le contaba que había sufrido
mucho porque él se sentía varón, pero físicamente era mujer; y se hizo una
cirugía para cambiar de sexo. “Luego se casó, cambió su identidad civil y me ha
escrito una carta y para él era un consuelo venir con su esposa.” Y el Santo
Padre los recibió en el Vaticano. (Ibídem)
Por su parte, esta
persona, Diego Neria, al saber que había sido citado por el Papa, dijo al
periódico español ABC que “para mí, como católico, es un mundo que haya hecho
eso, que haya contado mis dificultades y que haya reconocido que conoce mejor
la transexualidad a raíz de mi caso. Me ha servido, sobre todo, para mi
tranquilidad espiritual.” (abc.es,
5 oct. 2016)
Al Papa Francisco
solo se puede entender si se escucha completo su mensaje, por eso pidió no ser
mal interpretado: “Por favor no digan ‘el Papa santificará a los trans’… Si hay
alguna duda en lo que he dicho, quiero ser claro: es un problema de moral, es
un problema humano y se debe resolver como se puede, siempre con la misericordia
de Dios, con la verdad… Siempre así, con el corazón abierto.”
Entonces, rechazar
la ideología de género no supone rechazar a quienes tienen problemas. Y dar
respuestas a quien sufre no significa cambiar la doctrina católica, sino
“caminar juntos” hasta donde sea posible.
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