Año 12, número 575
Luis-Fernando Valdés
El Papa, ante unas
900 superioras de congregaciones religiosas, aceptó la propuesta de estudiar el
tema de las diaconisas en la Iglesia Católica. Algunos medios publicaron que el
Pontífice “abría la puerta” para ordenar mujeres. Pero ¿qué dijo realmente
Francisco?
El Papa durante la reunión con Superioras. |
1. El hecho y su contexto. El pasado 12
de mayo, el Pontífice tuvo un encuentro con las superioras de las
congregaciones religiosas donde se habló del papel de la mujer en la Iglesia. En
el diálogo, le preguntaron qué impedía incluir a las mujeres en el diaconado
permanente, y por qué no constituir una comisión oficial para estudiar el tema.
(vatican.va,
12 mayo 2016)
En su respuesta, el Papa
recordó que en su momento ese tema le había interesado, y que había hablado con
un teólogo sirio, “un buen profesor, sabio y erudito”, y éste le había
explicado que los tiempos primitivos hubo diaconisas, pero que no quedaba claro
si habían recibido la ordenación o no, ni cuál era su función.
Y, con mucha humildad, el
Pontífice contestó que le pediría a la Congregación para la Doctrina de la Fe
que lo pusieran al día sobre los estudios sobre este tema, porque la respuesta
que daba en ese momento se basaba sólo en lo que le había escuchado a ese
profesor.
Pero hubo reacciones
desmedidas, como la de la religiosa Christine Schenck, quien durante años fue
la directora ejecutiva de FutureChurch.
“Estoy extasiada”, dijo la hermana. “Estaba orando dándole gracias a Dios” (por
la supuesta apertura). (NY
Times, 13 mayo 2016)
2. El problema de fondo. ¿Por qué este
tema de las diaconisas cobró tanto furor? Porque se trata del tema del papel de
las mujeres en la Iglesia. Está muy claro que en el sacerdocio católico no hay
lugar para las mujeres, porque en la Eucaristía el sacerdote hace las veces de
Cristo que fue varón. Pero, como en el diaconado se ejercitan funciones que no
implican hacer esas veces, ¿por qué no ordenar diaconisas?
Es una cuestión
que el Papa abordó en esa misma reunión. Dijo que el feminismo es una tentación
cuando se habla del rol femenino en el catolicismo. Afirmó que “el papel de la
mujer en la Iglesia no es un feminismo, ¡es un derecho!”.
El Pontífice
detalló que “es un derecho de las bautizadas, con los carismas y dones que el
Espíritu le ha dado”. Y advirtió que “no hay que caer en el feminismo, porque
esto reduciría la importancia de una mujer”.
3. Diaconado y participación en la Iglesia.
También ese evento, el Obispo de Roma explicó con fuerza que, para participar
en la vida de la Iglesia, no hace falta que una persona sea ordenada de diácono.
El Papa afirmó que
reducir la participación de los fieles laicos al diaconado sería caer en la
tentación del “clericalismo”. Explicó que “el clericalismo es un comportamiento
negativo”, pues resulta “más comodo” para el sacerdote clericalizar al laico, y
al laico dejarse clericalizar.
Y el Pontífice
contó varias experiencias suyas en Buenos Aires, como aquella de “un buen
párroco, que viene y me dice: ‘Sabe, tengo un laico muy bueno en la parroquia:
hace esto y aquello, sabe organizar … es un hombre valioso… ¿lo hacemos
diácono?’, o sea, ¿lo clericalizamos?”. “¡No! Deja que siga de laico, no lo
hagas diácono”.
La noticia de que
el Papa abrió la puerta para la ordenación diaconal de mujeres no refleja lo
que en realidad ocurrió en esa audiencia. El Pontífice simplemente dijo que se
podía estudiar el rol de las diaconisas en la antigüedad, pero dejó muy claro
que ordenar diaconisas no es la vía para resaltar el rol de las mujeres ni de
los varones laicos en la Iglesia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Compártenos tu opinión