Año 12, número 558
Luis-Fernando Valdés
En el reciente
libro de Francisco sobre la misericordia, el Santo Padre habla con indulgencia
de la homosexualidad y de los divorciados. ¿El Papa rebaja las exigencias
morales, a nombre de la misericordia?
Nuevo libro entrevista del Papa Francisco. (Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa) |
1. Un libro entrevista. El prestigioso
vaticanista italiano, Andrea Tornielli, entrevistó al Papa Francisco sobre un
tema central de su pontificado: la misericordia. El Santo Padre aclaró a los
editores que esta obra “es experiencia. Es vida. Es mi vida, es cómo he
experimentado la misericordia de Dios”.
El título de este
libro, “El nombre de Dios es misericordia”, está tomado de una frase de
Benedicto XVI, que luego asumió el Papa Francisco, quien explicó: “Yo no he
descubierto el tema de la misericordia. Mis predecesores han hablado sobre él,
y yo estoy continuando ese camino que han marcado”. (ABC.com,
12 ene. 2016)
2. El núcleo del problema. Curiosamente,
aunque la misericordia divina es un tema capital del Cristianismo, hablar de
ella hoy ha suscitado malos entendidos. En concreto, durante el primer Sínodo
de los Obispos sobre la familia en 2014, a modo de hipótesis el Card. Walter
Kasper propuso –a nombre de la misericordia– que los divorciados vueltos a
casar pudieran recibir la Comunión sacramental. Así se formó una especie de
temor que se utilizara la misericordia como pretexto para rebajar las exigencias
morales del Cristianismo.
Ese antecedente
del Sínodo puso en contraposición dos puntos esenciales: las verdades morales y
la atención pastoral a los que se encuentran en situaciones que contradicen
algún aspecto de la moral católica.
De ahí surgen dos
modos de entender la misericordia. Uno, adecuado, que consiste en Dios ayuda a
levantarse al que ha caído para que siga intentando vivir la moral enseñada por
Cristo y transmitida por la Iglesia. Y otro, erróneo, que presupone que la
misericordia es un pretexto para mitigar las exigencias morales.
3. La novedad de la misericordia. Ante
este panorama, el título del nuevo libro puede provocar en unos la inquietud de
la heterodoxia y en otros la falsa de ilusión de un cambio doctrinal.
Por eso, el
Secretario de Estado vaticano, el Card. Parolin, explicó: “no esperen
revelaciones, no esperen noticias inéditas”. En realidad, la novedad de esta
obra es acercar a los fieles a la misericordia. El libro “abre las puertas y
concede el don gratuito de conocer la misericordia”, afirmó también el
cardenal.
4. Temas polémicos y misericordia. Después
de este libro, ¿qué cambia en la Iglesia respecto a las personas homosexuales y
a los divorciados vueltos a casar? No cambia la doctrina, pero sí cambia el
acento. Ahora se hace más patente que antes la actitud de acoger al que está en
problemas.
Como ejemplo, en
la entrevista el Papa Francisco toma un recuerdo de propia vida para ilustrar la
misericordia hacia los divorciados. “Yo tengo una sobrina que se ha casado
civilmente con un hombre antes de que éste obtuviera la nulidad matrimonial.
Querían casarse, se amaban, querían hijos y han tenido tres (...) Este hombre
era tan religioso que todos los domingos, yendo a misa, iba al confesionario y
le decía al sacerdote: ‘Sé que usted no me puede absolver, pero he pecado en
esto y en aquello otro, deme una bendición’. Esto es un hombre formado
religiosamente”.
Francisco no ha
cambiado la doctrina de Jesús, al contrario la ha hecho más luminosa, porque ha
hecho llegar con gestos patentes la misericordia de Dios a todas personas,
especialmente a las que se encuentran en situaciones morales complejas.
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