domingo, 4 de marzo de 2007

Día de la familia

Luis-Fernando Valdés

Celebramos hoy domingo, el IV Día de la Familia, promovido por el Consejo de la Comunicación A.C., y apoyado por gobiernos estatales, empresas, centros educativos y agrupaciones religiosas. El fin que se persigue con esta jornada es “fomentar la unidad de la familia" para “presentar, promover y preservar a la familia como el núcleo de la sociedad y agente cultural para la transmisión de valores más representativos de generación en generación”. Es digno de alabanza este esfuerzo social conjunto, pero aún no es suficiente: hay que ir a más.
Para que se entienda mejor ese “ir a más” en el tema de la familia, recurriré a una herramienta muy utilizada en los libros de “management”. Se trata de la noción de “alineación” (Collins y Porras, 1994), que consiste en que todos y cada uno de los elementos de una empresa (metas, estrategias, sistemas contables, etc.) garanticen que esa compañía pueda alcanzar la visión, la ideología central, para la que nació.
Un ejemplo típico de alineación es el de Ford Motor Company, que en la década de los 80 redactó su declaración de misión y valores, en la que hacía incapié en la participación de los empleados. En coherencia con esta aseveración, para mantener a los empleados mejor informados y, por tanto, para que se consideraran más como parte de la compañía, Ford invirtió en un sistema de televisión por satélite para comunicarles las noticias de la compañía a sus empleados antes de que las conocieran por la televisión pública o la prensa. Como resultado, los obreros de la línea de producción se convirtieron en miembros claves del proceso para mejorar la calidad. Y un contraejemplo, se puede apreciar en todas las tiendas que afirman tener como política escuchar al cliente, pero no tienen una ventanilla o un mecanismo de atención para los consumidores.
Es maravilloso que la familia sea considerada como núcleo de la sociedad, porque ésa es la realidad, pues sin la unidad de padre, madre e hijos, el conglomerado social no tiene donde apoyarse. Sin embargo, no hay ninguna “alineación” para que este modelo de familia se lleve a cabo. Veamos algunos aspectos de la vida que, más bien, “desalinean” la familia, es decir, que producen el efecto contrario a la unidad familiar.
Primero, la familia es el fruto de la unión de un hombre y una mujer, que prometen amarse en exclusiva y para siempre. Pero la legislación, por una parte, y los valores que se promueven en las telenovelas y en las películas, por otra, más bien envían el mensaje de que esa unión exclusiva y duradera no es posible. Y se fomenta el rompimiento, en vez de reforzar el compromiso, y animar a revivir el amor.
Por otra parte, se considera la comunicación como un aspecto central de la familia. Pero en lugar de promover que las familias tengan la oportunidad de convivir, muchas veces los padres y las madres tienen que trabajar en horarios tan largos, que es muy difícil que los miembros de la familia puedan comer juntos o que tengan tiempo para platicar. Además, los medios de comunicación ofrecen una programación tan atractiva, de manera que confrecuencia tanto los padres como los hijos prefieren estar frente a la televisión que conversar entre ellos.
Viva el Día de la Familia. Les deseo a todos que pasen un domingo feliz, junto con todos los suyos. Y los invito a reflexionar: para “alinear” la familia –para que sea lo que ella misma debe ser– se requiere una nueva legislación, una nueva política laboral y un nuevo concepto de entretenimiento. Sólo así “iremos a más” en el importante tema de la familia.

Correo: lfvaldes@gmail.com
http://columnafeyrazon.blogspot.com

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