Año 13, número 633
Luis-Fernando Valdés
Francisco
continuamente ha denunciado a “la peor plaga social”, que es la corrupción. ¿En
qué consiste la gran movilización a la que el Papa está convocando para
combatir a ese “cáncer que se lleva nuestras vidas”?
El Card. Turkson y el Papa Francisco escriben contra la corrupción, "cáncer social". (Foto: AFP / Revista Ecclesia) |
1. Un tema muy sensible. La corrupción
es lo opuesto a la vida cristiana que promueve la Iglesia católica. Por eso,
resulta muy impactante escuchar noticias de que existe corrupción en el
Vaticano mismo, ahí donde se supone que no debería existir este mal.
Ya Benedicto XVI
tuvo que enfrentar escándalos de corrupción, con motivo de las filtraciones de
documentos económicos reservados de la Santa Sede, que se fueron conocidas como
“Vatileaks”.
Y Francisco, en
una reunión
con superiores religiosos, en noviembre del año pasado, al hablar de las
reformas en la Curia romana, admitió con claridad: “hay corrupción en el
Vaticano”, pero aclaró: “yo vivo en paz”.
2. Un libro reciente sobre la corrupción.
El Card. Peter Turkson, que fue nombrado Prefecto del recién creado Dicasterio
para el Desarrollo Humano Integral, acaba de publicar: “Corrosione”, cuyo
título completo es: “Corrosión. Combatir la corrupción en la Iglesia y en la
sociedad”.
El texto fue
elaborado por el Cardenal Turkson y por Vittorio Alberti, filósofo italiano que
es miembro de ese mismo Dicasterio. El prólogo corrió a cargo del Papa
Francisco, en el que hace importantes declaraciones sobre este gran mal social.
(Televisa
News, 15 junio 2017)
3. Un gran mal para la sociedad. La
corrupción no sólo es un problema eclesial, sino también una grave dificultad
social. “La corrupción es la peor plaga social porque genera gravísimos
problemas y crímenes que implican a todos”, explica el Francisco en ese prólogo.
Con palabras
fuertes y claras, el Pontífice afirma que la corrupción es “el lenguaje de las
mafias y de las organizaciones criminales en el mundo”. Y luego explica el daño
que una persona corrupta se hace a sí mismo y a los demás, porque el corrupto “olvida pedir perdón porque está
sacio y lleno de sí”.
El Papa considera
que esta lacra es “el origen de la explotación del hombre, de la degradación y
de la falta de desarrollo, del origen del tráfico de armas, de la injusticia
social y de la mortificación de mérito”. Y culpa a la corrupción de ser “la
raíz de la esclavitud, del desempleo, de la incuria de las ciudades, de los
bienes comunes y de la naturaleza”.
4. Propuestas para combatir la corrupción. Francisco
no se limita a denunciar esta grave mal social, sino que ofrece dos vías
concretas para superar la corrupción. La primera es formar un “movimiento
fuerte y constructivo”, un “nuevo humanismo” en el que colaboren creyentes y no
creyentes.
La segunda
propuesta consiste en “tomar conciencia del problema”, mediante “educación,
cultura misericordiosa, cooperación por parte de todos, según las propias
posibilidades, talento y creatividad”.
Epílogo. Que importante que un líder
moral actual, como el Papa Francisco, le recuerde a toda la sociedad occidental
que la corrupción no puede ser aceptada como un modo de vida, aunque reporte
ganancias económicas y puestos sociales.
Es claro el
mensaje: la corrupción destruye la vida cívica paulatinamente como un cáncer, y
por eso debe ser combatida. Y decirle a los corruptos que están equivocados y
que no son un modelo de vida, ha sido un importante primer paso.
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