Año 12, número 589
Luis-Fernando Valdés
El Papa Francisco
erigió un nuevo Dicasterio y así inicia la esperada reforma de la Curia
vaticana. Pero este movimiento, ¿tiene algo que ver con la vida diaria de los
fieles católicos?
El Papa Francisco nombró a Mons. Kevin Farrell como Prefecto del nuevo Dicasterio para la vida, la familia y los laicos. (Foto: keranews.org) |
Desde hace meses
se anunció que se fusionarían algunos Consejos e Institutos pontificios. Lo
importante de esto es tener claro que se trata de una reforma del aparato
administrativo del Vaticano, pero no de la estructura sobrenatural de la
Iglesia católica.
2. Un nuevo organismo para laicos. Mediante
el Motu Proprio titulado “Sedula Mater” (‘Madre solícita’), publicado el 15 de
agosto pasado, Francisco instituyó el nuevo Dicasterio de Laicos, Familia y
Vida. En ese documento, el Papa explica que esta reforma sirve para que los
dicasterios se “conformen a las necesidades de nuestro tiempo y se adapten a la
necesidad de la Iglesia Universal”.
El nuevo organismo
unificará el Pontificio Consejo para la Familia y el Pontificio Consejo para
los Laicos que, a partir del 1 de septiembre, desaparecerán y pasarán a formar
parte de este nuevo Dicasterio. (Rome
Reports, 6 ago. 2016)
3. El nuevo prefecto. Francisco puso al
frente del nuevo organismo al obispo de Dallas (EUA), mons. Kevin Farrell, cuyo
hermano, Brian, es el Secretario del Consejo
Pontificio para la Promoción de la Unidad Cristiana.
Mons. Farrell, mediante un comunicado en la web de la diócesis de
Dallas, declaró que espera “formar parte de la importante labor de la Iglesia
universal en la promoción del laicado y su apostolado para el cuidado pastoral
de la familia y apoyo a la vida humana de acuerdo a la reciente exhortación
apostólica del Papa, ‘Amoris Laetitia’.”
4. Para qué servirá el nuevo dicasterio.
El nuevo organismo tendrá como finalidad la promoción del laicado, el cuidado pastoral de la familia
y dará apoyo a la vida humana. Como indicó el Papa en el Motu Proprio “nuestro
pensamiento se dirige a los laicos, la familia y la vida, a quienes queremos
ofrecer apoyo y ayuda, porque son testigos activos del Evangelio en nuestro
tiempo y una expresión de la bondad del Redentor”.
Según sus estatutos, “el
Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida es competente en asuntos
relacionados a la Sede Apostólica con respecto a la promoción de la vida, el
apostolado de los fieles laicos, el cuidado pastoral de la familia y su misión
de acuerdo al plan de Dios y para la protección y el apoyo de la vida humana. (Statutes, Art. 1)
Como es lógico, el nuevo
departamento tendrá que definir sus políticas y metas específicas en los
próximos meses. Sin embargo, el mensaje que Francisco envía con la creación de
este dicasterio es clara: la estructura de los organismo centrales de gobierno
de la Iglesia Católica deben estar en función de las necesidades actuales de
los fieles.
Se podría decir que esta reforma
estructural de la Curia romana es como una nueva aplicación del “aggiornamento”
(‘puesta al día’) de la Iglesia, que el Papa San Juan XXIII buscaba cuando
convocó el Concilio Vaticano II.
Este nuevo Dicasterio tendrá
mucho que ver con los fieles católicos, porque sus objetivos están enfocados a
lo más importante de la realidad cotidiana de ellos: la vida, la familia y la
misión de los laicos en la Iglesia.
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