Año 10, número 489
Luis-Fernando Valdés
El Papa pide
soluciones para los cristianos divorciados. El Card. Kasper propone admitirlos
y recientemente cinco cardenales “conservadores” publicaron un libro negando
toda posibilidad. ¿Se trata de una rebeldía hacia el Pontífice?
En días pasados,
“El Comercio” (Perú) tituló así la noticia:
“Cinco cardenales conservadores se le rebelan al papa Francisco” (17.IX.2014). Y
“El País” (Uruguay) la presentó
así: “Cardenales conservadores en contra de la apertura del papa Francisco”
(18.IX.2014). ¿De qué “rebelión” se habla?
1) El contexto es
el próximo sínodo extraordinario sobre la familia, en el que se reunirán
cardenales y obispos de todo el mundo para discutir sobre los temas más
controvertidos que suceden en torno al matrimonio y la familia hoy día.
Como ya hemos
informado en esta columna, el sínodo plantea todos los temas, pero en la
opinión pública sólo está gravitando el tema de admitir a la Comunión
sacramental a los divorciados vueltos a casar. Y este reduccionismo ha sido
tomado como bandera, en algunos medios, para presionar a la Iglesia para que
admita el divorcio.
2) El inicio de la
polémica se remonta al pasado Consistorio de cardenales del pasado mes de
febrero. Frente al Papa y a todos los cardenales, Mons. Kasper manejó una
hipótesis sobre la posibilidad de volver a admitir a los divorciados que se han
vuelto a casar a la comunión, pero viendo caso por caso, en determinadas circunstancias
y tras un recorrido penitencial. Al día siguiente, Francisco lo elogió,
diciendo que consideraba que el Card. Kasper hacía “teología de rodillas” y que
en su discurso había encontrado “el amor de la Iglesia”.
Pero el Card.
Walter Kasper no pretendía cambiar la doctrina sobre el matrimonio católico.
Recientemente declaró a Andrea Tornielli: “La doctrina de la indisolubilidad
del matrimonio sacramental se basa en el mensaje de Jesús; la Iglesia no tiene
el poder para cambiarla. Este punto no cambia. Un segundo matrimonio
sacramental, mientras la pareja siga con vida, no es posible.” En cambio,
admite que su propuesta “no es una solución definitiva”.
3) Como reacción a
la propuesta del purpurado alemán, sobre todo por la confusión creada ante la
opinión pública, el Card. Gerhard Ludwig Müller, Prefecto de la Doctrina de la
Fe, publicó en julio el libro “La esperanza de la familia”, en el que no admite
ninguna apertura en relación con la comunión a los divorciados que se han
vuelto a casar.
Y en días pasados apareció otro libro que
sostiene la misma tesis, titulado “Permanecer en la verdad de Cristo”, firmado
por Mons. Müller y cuatro purpurados: Carlo Caffarra, arzobispo de Boloña,
Raymond Leo Burke, Prefecto de la Signatura Apostólica, y los eméritos Walter
Brandmüller y Velasio De Paolis.
Conclusión. El
problema teológico real es la recepción de la Eucaristía por parte de los
fieles divorciados y vueltos a casar; en cambio, no lo es el tema de aceptar
las segundas nupcias. Tampoco se puede hablar de rebeldía hacia el Santo Padre
por parte de algunos cardenales, porque no están desacatando ninguna indicación
pontificia.
La cuestión clave
es que los asuntos tan complicados como éste se estén dirimiendo en la arena
pública, porque a los fieles nos llegan esas noticias sin matices, con cierto
tono de escándalo y con titulares que siempre manejan la falsa clasificación de
“conservadores” y “liberales”. No hay una ruptura doctrinal en el seno de la
Iglesia, sino un fenómeno de opinión pública que produce una confusión de
mensajes.
[Fuentes: Andrea Tornielli, “El manifiesto de los cardenales y la respuesta de
Kasper” (17.IX.2014); Andrea
Tornielli, “Tras las “guerras preventivas”, el Sínodo sobre la
familia tiene la palabra”
(16.IX.2014); Sandro Magister, “Para el próximo sínodo están abiertas las apuestas” (19.IX.2014)]
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