domingo, 15 de octubre de 2006

Enseñanza religiosa en Harvard

Luis-Fernando Valdés

Un comité de la Universidad de Harvard, famosa por ir a la vanguardia educativa y por tener ganadores del Premio Nobel entre sus profesores, realizó recientemente una investigación sobre los planes de estudios de los primeros cursos de las carreras de esta institución. Llama fuertemente la atención que la conclusión de este trabajo fue la recomendación de crear una asignatura obligatoria de religión. ¿No será esto un desafío a nuestro concepto mexicano de educación laica?
Primero veamos el motivo que aduce esta Universidad norteamericana. El informe de aquel comité señala que la educación liberal que se imparte en Harvard, a la que califica de «profundamente secular», no prepara adecuadamente a los alumnos para la vida fuera de la universidad. Se trata pues, de una razón de eficacia pedagógica, no de una cuestión ideológica. Los investigadores se han dado cuenta de que una parte importante de la vida real es la religión, y que sus alumnos no tenían herramientas para tratarla adecuadamente. Si observamos detenidamente, veremos que esta asignatura responde a un problema actual de cualquier sociedad occidental, con independencia de la ideología política. Entonces, no impartir a los alumnos de la asignatura de religión, ¿no será más bien una discriminación, la privación de una herramienta?
Ahora analicemos el motivo de esta decisión de Harvard. El objetivo de la asignatura es colocar a los estudiantes y profesores en el centro de los debates religiosos contemporáneos. La asignatura, que podría titularse «Razón y Fe», contendrá materias de política internacional, diálogo entre religión y ciencia, y religión como creencia personal. Según Louis Menand, profesor de Harvard y codirector del comité, «hace treinta años, cuando se revisó por última vez el plan de estudios, la gente nos habría dicho que la religión no era algo que debiera conocer todo el mundo. Hoy, muy pocos discutirían que es extremadamente importante en la vida moderna» (The Wall Street Journal, 5-09-2006).
Precisamente en estas semanas hemos sido testigos de cuánta gente ignora esos debates religiosos de hoy. En los pasados domingos hemos comentado los malentendidos que produjo, en el mundo musulmán, una interpretación superficial de un discurso del Papa Benedicto XVI, pronunciado durante su reciente viaje a Alemania. ¿No se habría evitado este conflicto si las personas tuvieran más cultura religiosa?
Una reflexión más. Todos tenemos miedo del fundamentalismo religioso, a todos nos atemoriza una «guerra santa». Pero, ¿cuál será la causa real del fundamentalismo? ¿el tener cultura sobre el tema de religión? ¿o ignorar qué es la religión? Nos persigue un fantasma: el prejuicio de que la religión genera división, malentendidos y violencia. Sin embargo, sólo cuando se tiene una buena base de conocimiento sobre la religión, se puede entrar en diálogo con las diversas religiones y acordar puntos comunes. Y ésta es la experiencia de la comisión de ecumenismo de la Santa Sede, que ha logrado acuerdos doctrinales comunes con otras Iglesias o comunidades eclesiales, precisamente en los puntos que hace unos siglos causaron serios enfrentamientos.
La educación en México debe cambiar de enfoque. Enseñar religión no constituiría una derrota para el Estado laico, ni representaría una victoria para la Iglesia. Sería un paso adelante para construir una verdadera sociedad tolerante, que conozca y estime las riquezas de este aspecto esencial de la vida del hombre. ¿Hasta cuando las ideologías y los prejuicios dejarán de impedir el progreso de una educación, que permita la sana convivencia?

Correo: lfvaldes@gmail.com
http://columnafeyrazon.blogspot.com

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