domingo, 10 de abril de 2011

Hacia un mundo “transhumano”


Luis-Fernando Valdés

Ateos y creyentes se reunieron recientemente para dialogar, en la sede de la UNESCO en París. El filósofo francés Fabrice Hadjadj expuso la noción de lo “transhumano”, que resultó ser una denuncia de la ideología de la UNESCO y de sus fundadores, precisamente en la sede de la organización y en presencia de sus dirigentes. ¿Qué encierra lo “transhumano”, que puede ser una amenaza para el hombre mismo?

El pasado 24 de marzo, fue inaugurado el primer encuentro entre creyentes y no-creyentes, organizado por la Santa Sede y la UNESCO. Con el título de “Patio de los gentiles”, la reunión fue co-presidida por Irina Bokova, Directora general de esa dependencia de la ONU y por el Cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio de la Cultura.

El escritor y filósofo francés Fabrice Hadjadj
(foto: wikipedia.org).
La conferencia principal corrió a cargo de Fabrice Hadjadj, de origen hebreo, de padres tunecinos (y por eso de apellido árabe), que está casado con la actriz Siffreine Michel y que es padre de cuatro hijos. Tras haber sido ateo y anarquista, y haber sostenido una actitud cultural nihilista, en 1998 se convirtió al catolicismo.

Hadjadj habló de las nociones de “transhumanizar” y de “transhumanismo”, en el sentido de la famosa frase de Pascal: “El hombre supera infinitamente al hombre”. Explicó que estos conceptos se pueden entender de dos maneras opuestas.

Por una parte, el clásico italiano Dante Alighieri, en la “Divina Comedia” emplea el término “transhumanizar” para hablar del mundo sobrenatural en el que reside la alegría que buscamos. Por otra, el biólogo Julian Huxley, hermano de Aldous Huxley y primer director general de la Unesco, acuñó la palabra “transhumanismo” para referirse al eugenismo biológico, buscando la redención del hombre a través de la técnica.

Entonces, el conferencista se cuestiona: “¿Pero cómo se realiza el “trans” de lo transhumano? ¿Con la cultura y la apertura a lo trascendente? ¿O con la técnica y la manipulación genética? (…) Ésta es mi simple pregunta: ¿debemos tomar como guía a Julian Huxley o debemos tomar a Dante? ¿La grandeza del hombre está en la facilidad técnica de vivir? ¿O bien está en esta laceración, en esta apertura que es como un grito hacia el Cielo, en esta apelación hacia lo que nos trasciende realmente?”

De esta manera, Hadjadj toca el punto central de la discusión contemporánea entre la ciencia y la fe: ¿Quién puede llevar al hombre a la verdadera felicidad? Unos dirán que la ciencia y el avance tecnológico pueden aportar tal bienestar que el hombre sería necesariamente feliz. Otros, como Hadjadj, nos hacen ver que, si el ser humano no tiene además una posibilidad de buscar la respuesta en lo espiritual y en lo religioso, el hombre cae en un tremendo drama interior.

Por eso, este pensador subraya que el diálogo entre creyentes y no creyentes consiste en “plantear la cuestión del hombre, reconocer lo que constituye su especificidad, que no es la de ser un súper-animal más poderoso que los demás, sino la de ser este receptáculo que acoge a toda criatura con amor, para devolverla, con la palabra, con la oración y con la poesía hacia su fuente misteriosa”.

Esta reflexiones también son válidas en nuestra cultura. La respuesta a las inquietudes más íntimas del hombre no están en él, sino más allá de él: en lo transhumano. Pero ese “trans” puede acabar con el ser humano mismo, si se enfoca solamente desde la economía o la biología. Por eso, el nuevo mundo de paz que anhelamos deberá estar necesariamente abierto al mundo de la fe.

lfvaldes@gmail.com
http://www.columnafeyrazon.blogspot.com

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