sábado, 25 de enero de 2014

Crónica de la abolición del infierno

Año 10, número 455
Luis-Fernando Valdés

Desde hace un par de semanas, la opinión pública ha estado inquieta con un tema capital: ¿es verdad que el Papa Francisco afirmó que Adán y Eva son un mero recurso literario, y que el inferno dejó de existir?

Imagen del blog donde se originó la falsa noticia
que el Papa declaraba que no existía el infierno.

Nos encontramos –una vez más– ante un fenómeno de comunicación de masas: una noticia falsa que llega a muchas personas y éstas la consideran verdadera por haberla visto o leído en internet.

En este caso se trata de un fraude. Aquí les expongo lo que ocurrió realmente, basado en una investigación de Rosendo Maestroviejo.

1) Existe un blog llamado “Diversity Chronicle”, que pertenece a un tal Erik Thorson, que en la página de exención de responsabilidad afirma: “He creado este blog para mi propia diversión personal”. De manera que estamos ante un blog de ficción.

2) En el post publicado, el pasado 5 de diciembre de 2013, en ese blog, Thorson presenta una narración sobre el “Concilio Vaticano Tercero”. Hay que recordar que hace a penas 50 años que terminó el Vaticano Segundo y que no ha existido ningún “Vaticano Tercero”.

Así lo escribió: “Durante los últimos seis meses, los cardenales, obispos y teólogos católicos han estado deliberando en la Ciudad del Vaticano, discutiendo el futuro de la iglesia y la redefinición de las doctrinas y los dogmas católicos de larga data. El Tercer Concilio Vaticano II, es sin lugar a dudas la más grande y más importante desde el Concilio Vaticano II se concluyó en 1962. Papa Francis convocado el nuevo consejo de “por fin terminar la obra del Concilio Vaticano II.” Mientras que algunos tradicionalistas y conservadores reaccionarios de la extrema derecha han criticado estos esfuerzos, tienen los progresistas deleitado a todo el mundo.”

3) Esa narración pone en boca de un personaje llamado “Papa Francisco” las frases que muchos tomaron como declaraciones reales del actual Romano Pontífice: “A través de la humildad, la introspección y la contemplación orante que hemos adquirido una nueva comprensión de ciertos dogmas. La iglesia ya no cree en un infierno literal, donde la gente sufre. Esta doctrina es incompatible con el amor infinito de Dios. Dios no es un juez, sino un amigo y un amante de la humanidad. Dios busca no para condenar sino para abrazar. Al igual que la fábula de Adán y Eva, vemos el infierno como un recurso literario . El infierno no es más que una metáfora del alma aislada, que al igual que todas las almas finalmente se unió en amor con Dios.”

Como se puede observar, el Autor conoce bien el estilo que se emplea en los discursos teológicos: “humildad, la introspección y la contemplación orante”. Además, se basa en un tema capital del catolicismo: la misericordia y el amor infinito de Dios por los seres humanos.

Thorson emplea esos elementos –que son muy familiares a un católico– para hacer versosímil su narración. De esta manera, parece verdadera su argumentación de que el infierno no es real. Es un buen ejemplo de ficción literaria.

4) ¿Qué pretendía Thorson? Él mismo lo dice en la cita exención de responsabilidad, utilizando las palabras de un autor del s. XVIII: que ha “tomado la pluma” no para argumentar y convencer, “sino simplemente con el fin de molestar a la gente”.

Conclusión. Hay que ser lectores más críticos. Cuando surge en los medios una noticia que anuncia un cambio de postura en la bimilenaria Doctrina católica, hay que pensar que estamos ante una broma o un malentendido periodístico. Y en esos casos ayuda consultar la fuente oficial del Vaticano: www.news.va


sábado, 18 de enero de 2014

Pedofilia: Vaticano a juicio en la ONU

Año 10, número 454
Luis-Fernando Valdés

La Santa Sede presentó informe ante la ONU sobre los abusos a menores por parte de eclesiásticos. Durante la comparecencia, el Vaticano tuvo que responder por los casos de encubrimiento. ¿Podrá la Iglesia superar esta profunda crisis?
Mons. Tomasi y Mons. Scicluna, durante la
comparecencia de la Santa Sede en la ONU (Ginebra).

Monseñor Silvano Tomasi presentó el pasado 16 de enero el informe de la Santa Sede ante el Comité de las Naciones Unidas de Ginebra sobre la aplicación de la Convención para los derechos del niño.

En realidad, no se trata de un juicio penal o administrativo contra la Iglesia católica, sino de la aplicación tanto de la convención firmada por el Vaticano en 1990 como de los otros dos “protocolos opcionales” signados en 2001. A finales de noviembre del año pasado, como prevé la normativa, la Santa Sede envió a Ginebra una respuesta por escrito a las preguntas de la ONU.

Ese cuestionario fue respondido en esa sesión en vivo en Ginebra. Las cuestiones se centraron en los casos de pederastia y de maltrato de menores en la Iglesia de Irlanda, España y México (especialmente en relación con el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel Degollado).

Durante la presentación, el arzobispo Silvano Tomasi, embajador del Vaticano ante la ONU en Ginebra, manifestó que la Iglesia católica “está ansiosa por convertirse en un ejemplo de ‘best practices’ en esta importante empresa [de proteger a los menores]”.

Y afirmó que la Santa Sede da la bienvenida a cualquier “sugerencia que la Comisión quiera presentar a la Santa Sede para la promoción” y “el respeto a los derechos del niño” y la “aplicación efectiva de las disposiciones de la Convención y sus Protocolos”. [Noticia, noticia2, noticia3]

¿Corresponde esta declaración de Mons. Tomasi con la práctica de la Santa Sede, o será retórica para salir del paso? Los hechos le dan la razón. Veamos un par de ejemplos.

Al día siguiente de esta audiencia en Ginebra, al agencia AP reveló un informe del Vaticano, en que se detalla que el papa emérito Benedicto XVI destituyó durante su pontificado a casi 400 sacerdotes en dos años por abusar sexualmente de niños.

Estas estadísticas, compiladas de los propios reportes anuales del Vaticano sobre las actividades de sus distintas oficinas, corresponden a los años 2011 (con 260 bajas) y 2012 (con 124). Las bajas en esos dos años superan a los 170 sacerdotes destituidos entre 2008 y 2009. [AP, 17 enero 2014]

Una segunda muestra. El mismo día de comparecencia, el Papa Francisco, en la homilía de la Misa en Santa Marta, manifestó su rechazo por los eclesiásticos que cometen estos delitos. El Santo Padre aludió sin mencionarlos a los sacerdotes corruptos: “¡Sabemos dónde están! Escándalos, algunos, que han hecho pagar tanto dinero: está bien; se debe hacer así porque son ¡la vergüenza de la Iglesia!”

El Pontífice explicó que esos clérigos corruptos no tenían contacto con la Palabra de Dios: “¡No tenían un lazo con Dios! Tenían una posición en la Iglesia, una posición de poder, también de comodidad. ¡Pero no la Palabra de Dios!” [News.va, 16 enero 2014]

Ante las acciones de los últimos Papas, y las acciones de la Santa Sede, es patente que a nivel institucional la Iglesia ya no encubre a los sacerdotes pedófilos, y que su enfoque está ahora centrado en ayudar a la víctima.

Además, las políticas para admitir candidatos al sacerdocio son más estrictas en el tema de la formación en la afectividad. De esta manera, seguramente la credibilidad de la Iglesia se recuperará y los casos de abusos disminuirán. Pero sería ingenuo pensar que el pecado desaparecerá… y que las culpas de los clérigos algún día dejarán de ser noticia.

sábado, 11 de enero de 2014

Un Papa tergiversado

Año 10, número 453
Luis-Fernando Valdés

Unas palabras recientes del Papa Bergoglio sorprendieron a los católicos y suscitaron esperanzas en algunos colectivos gais. Se difundió que el Pontífice aceptaba los matrimonios homosexuales. ¿Cambió Francisco la postura de la Iglesia?

El Portavoz vaticano, P. Federico Lombardi,
una vez más, tuvo que aclarar las tergiversaciones
de las palabras del Papa Francisco.
Ni el popular Papa latinoamericano se ha salvado de la tergiversación de sus palabras. Así como Benedicto XVI fue malinterpretado en cuanto a la postura católica sobre el preservativo en 2009 [ver], de igual manera ahora Francisco ha visto que una declaración suya sobre educación fue tomada como aceptación de las uniones gais.

La historia es ésta. El 29 de noviembre pasado, el Santo Padre se reunió en el Vaticano con 120 superiores de congregaciones religiosas. Entre los temas que fueron tocados estaba el de la educación en los colegios católicos.

El 3 de enero, la revista jesuita “La Civiltà Cattolica” publicó un artículo titulado “Despierten al mundo”, con un resumen de aquella reunión. El Romano Pontífice habló de dos desafíos siempre importantes: el cultural y el educativo en las escuelas y universidades (pp. 13-14).

El Santo Padre sostuvo que “el educador debe estar a la altura de las personas que educa, de interrogarse sobre cómo anunciar a Jesucristo a una generación que cambia”. E insistió: “¡la tarea educativa hoy es una misión clave, clave, clave!”.

Y explicó que se requiere una preparación especial para atender a niños, adolescentes y jóvenes que viven en situaciones complejas, como el de una niña argentina que estaba muy triste porque la novia de su madre no la quería, o como el elevado número de estudiantes cuyos padres están separados.

Ante esos desafíos el Papa preguntó: “¿Cómo anunciar a Cristo a estos chicos y chicas? ¿Cómo anunciar a Cristo a una generación que cambia? Es necesario estar atentos a no suministrarles una vacuna contra la fe”.

Casi de inmediato, en la prensa internacional, aparecieron artículos en los que se presentó una supuesta “apertura” del Papa a las uniones homosexuales, en medio de un debate político en Italia sobre ese tema.

El lunes 5 de enero, el vocero de la Santa Sede, el P. Federico Lombardi, dio una conferencia de prensa para aclarar la confusión, en la que explicó: “Es evidente que sus palabras fueron forzadas tanto, como para aparecer en ciertos casos como una instrumentalización. Hablar de ‘apertura a las parejas gay’ es paradójico, porque el discurso del Papa es totalmente general y porque de hecho el ejemplo concreto [el de la niña triste] alude justamente al sufrimiento de los hijos.”

Quizá lo más duro de esta polémica sea lo que apunta el vaticanista de Notimex, Andrés Beltramo, en su blog: que los más escandalizados por estas confusiones son algunos católicos reaccionan “como si el pontífice estuviese buscando constantemente cómo traicionar el depósito de la fe”. En efecto, hay creyentes que antes de investigar a fondo, suelen poner en duda la ortodoxia de la postura del Papa.

Hay que ser valientes para hablar de los temas complicados del mundo de hoy, y argumentar la doctrina de la Iglesia para dialogar con el mundo de hoy, como lo hizo el Papa Ratzinger, pues el riesgo de ser acusado de intolerante es muy grande.

Pero hay que ser no menos valiente, para abordar los temas complicados de nuestros días desde la perspectiva pastoral, o sea, desde lo que hay que hacer en la vida cotidiana de las comunidades católicas, pues el riesgo de ser malinterpretado es enorme. Y esto es lo que ha hecho el Papa Bergoglio. Más vale un “Pontífice tergiversado” que un “Pontífice amordazado”.


sábado, 4 de enero de 2014

2014 ¿año de la paz?

Año 10, número 452
Luis-Fernando Valdés

Cada vez que iniciamos un nuevo año, la ilusión de todos es que venga la paz. Pero la historia nos muestra que cada año se multiplican los conflictos bélicos. ¿Hay alguna fórmula eficaz para que advenga la concordia en este 2014?

La preocupación por la paz del mundo es compartida por todos los ciudadanos y por muchas instituciones, como la Academia Sueca que otorga el Premio Nobel de la Paz. A ese mismo esfuerzo se une, el primer día de cada año, la Santa Sede con la Jornada Mundial de la Paz.

En esta ocasión, el Papa Francisco por primera vez pronunció su mensaje por la concordia de las naciones y las personas. Con gran visión, el Santo Padre centró su mensaje en un punto de partida que es asequible a todos: en la fraternidad que es el fundamento y camino de la paz. En efecto, el deseo de una vida plena, que está en el corazón de toda persona, siempre incluye un “un anhelo indeleble de fraternidad” (Mensaje Jornada Mundial de la Paz, 1 enero 2014, n. 1a).

Para captar mejor esta realidad es importante recordar que la guerra no se le limita a los conflictos armados, sino que abarca también “otras guerras menos visibles, pero no menos crueles, que se combaten en el campo económico y financiero con medios igualmente destructivos de vidas, de familias, de empresas” (cfr. n. 1d).

De manera que, en el interior de cada uno de nosotros y en nuestro entorno cercano, con frecuencia también puede faltar la paz. Y mientras no haya paz ahí, en lo más profundo de nosotros y de nuestro ambiente, no podrá haber concordia en nuestro País ni en el mundo.

Para que la armonía esté presente en el entorno de cada uno es necesaria la fraternidad, y esta hermandad no es un invento social para no destruirnos unos a otros, sino que está arraigada en los más profundo de nosotros mismos.

En efecto, todos sabemos que para llevar una vida plena necesitamos convivir con los demás, ver en ellos “no enemigos o contrincantes, sino hermanos a los que acoger y querer” (n. 1a). Y esto responde a una dimensión natural en el ser humano que es el aspecto relacional.

Y precisamente ahí, señala el Papa Bergoglio, radica la posibilidad de la paz. “La viva conciencia de este carácter relacional nos lleva a ver y a tratar a cada persona como una verdadera hermana y un verdadero hermano; sin ella, es imposible la construcción de una sociedad justa, de una paz estable y duradera” (n. 1b).

Sólo desde esta fraternidad, habrá un fundamento y un camino para la paz (n. 4), se podrá vencer la pobreza (n. 5), la economía estará al servicio del hombre (n. 6), la guerra se extinguirá (n. 7), y se contribuirá a cuidar la naturaleza (n. 8).

Sin embargo, el Santo Padre es muy claro al advertir que esta fraternidad no será posible si “se ignora la dimensión trascendente del hombre” (cfr. 10), es decir, que hace falta recurrir a una “paternidad” común, que dé fundamento a esta “fraternidad”, “ya que una fraternidad privada de la referencia a un Padre común, como fundamento último, no logra subsistir” (n. 1f).

Dado que “una verdadera fraternidad entre los hombres supone y requiere una paternidad trascendente” (n. 1f), para conseguir la paz hace falta cultivar a la dimensión religiosa del ser humano, porque sólo ahí podemos descubrir en Dios al Padre común que nos hace hermanos y nos permite hacernos “prójimo” del otro.

2014 será el año de la paz, sólo si cada uno redescubrimos esta dimensión religiosa, sobrenatural, de nuestra relación con los demás. Y entonces, cuando demos armonía a nuestro entorno, podremos aspirar a la concordia del mundo.