sábado, 25 de febrero de 2017

Migrantes: atrapados por la retórica

Año 13, número 616
Luis-Fernando Valdés



El Presidente Trump ha aumentado sus discursos y medidas en contra de los migrantes indocumentados, como si todos ellos fueran gente peligrosa. ¿Cómo defender la dignidad de los migrantes?

1. La actual retórica contra los migrantes en EUA. Recientemente, Donald Trump equiparó las acciones para deportar a inmigrantes en situación irregular con una “operación militar”. Su intención es expulsar a unos 11 millones de extranjeros que residen de modo ilegal en Estados Unidos. (Milenio, 23 feb. 2017)
Aunque según un sondeo reciente realizado por el Instituto de Investigación de Religión Pública (EUA), “muy pocos estadounidenses, e incluso algunos republicanos, dicen apoyar la expulsión de cerca de 11 millones de personas”, hay una minoría de “supremacía blanca” que alienta la deportación masiva.
Andrew Anglin, fundador de The Daily Stormer, escribió que todos los migrantes eran criminales; y ante la necesidad de personal gubernamental para ejecutar las explusiones, exhortó a sus lectores a solicitar esos puesto, sólo “si creen que los mexicanos son lo más bajo de la sociedad”. (Vanguardia MX, 23 feb. 2017)

2. El “desamparo institucional” de los migrantes. Las personas que se ven forzadas a dejar sus naciones para buscar en otro país oportunidades laborales y de una vida mejor cae en una especie de “vacío” institucional.
En efecto, sus naciones de origen no les pueden dar la atención ni los recursos para que se queden ahí y, para las países receptores, los inmigrantes suelen ser vistos como problemas: de oportunidades laborales, de seguridad, de vivienda, etc.
Por eso, un gran número de migrantes queda sin la tutela de su propia nación y sin ser acobijados por el país donde residirán. Y en este “vacío” de garantías legales, estas personas suelen quedar en manos de extorsionadores, de narcotraficantes o de explotadores laborales… y últimamente de personas racistas.

3. Una voz internacional por los migrantes. Ante ese “desamparo institucional”, en el que los migrantes “ni son de aquí ni son de allá”, hacen falta foros internacionales que se ocupen de ellos. Y una de esas voces por los migrantes es la del Papa Francisco.
En el marco del VI Foro internacional sobre “Migración y paz”, el Pontífice pronunció un discurso para defender a los migrantes de la “la demagogia populista”, esa que alimenta el temor por los que llegan de otros países. (ACI, 21 feb. 2017)
El Papa enfatizó que los extranjeros son personas, es decir, que son seres humanos iguales que los locales y con la misma dignidad. Explicó que aceptar a los migrantes es admitir su condición de personas.
Por eso, Francisco también criticó ese rechazo que se hace contra los migrantes, ya que los consideran “súbditos a los cuales dominar”. Detalló que al considerar súbdito al otro, le negamos la condición de persona y lo calificamos como “algo” que es inferior a nosotros. Pero también el Pontífice se refirió a las obligaciones de quien emigra: el migrante debe estar abierto a aceptar y convivir con la cultura del lugar a donde llega.

Es importante que diversas voces de peso internacional hablen continuamente sobre la defensa del migrante y de las responsabilidades hacia ellos. El mensaje del Papa Francisco se dirige a los dos países involucrados en el tema, para que no los migrantes no queden en un vacío de responsabilidades. Al país receptor le insiste en que toda persona tiene derecho a emigrar, y al país de origen le recuerda que cada migrante también debería gozar primero del derecho a quedarse en su patria.


viernes, 17 de febrero de 2017

¿Para qué “un día sin inmigrantes”?

Año 13, número 615
Luis-Fernando Valdés

Como reacción ante las políticas migratorias del Presidente Trump, se llevó a cabo una jornada de protestas pacíficas para mostrar la necesidad de migrantes que tiene Estados Unidos. ¿Qué eficacia pueden tener estas manifestaciones?
 
Algunos restaurantes apoyaron que sus
empleados inmigrantes fueran a las marchas.
(Foto: nuevodia.com.mx)
1. El contexto de las protestas. Desde su campaña electoral, el Presidente Donald Trump ha sostenido que el desempleo en Estados Unidos se debe la inmigración. Por eso, ha dado órdenes ejecutivas para aumentar las deportaciones de inmigrantes ilegales, construir un muro en la frontera con México y restringir el ingreso de inmigrantes de ciertos países con población mayormente musulmana.
Como respuestas, varias entidades civiles de Estados Unidos organizaron una serie de protestas, el pasado jueves 16, para mostrar la importancia de los trabajadores inmigrantes para el estilo de vida y la economía de ese país. (AP, 16 feb. 2017)

2. “Un día sin Inmigrantes”. Las protestas cobijadas bajo ese lema se llevaron a cabo en ciudades importantes como Washington, Filadelfia, Boston, Houston, Nueva York y Chicago, con el objetivo de mostrar Trump que “sin nosotros y sin nuestro aporte este país se paraliza”, como rezaba la convocatoria.
El día señalado reinó un silencio inusual en el Mercado Italiano de Filadelfia. Restaurantes de lujo en Nueva York, San Francisco y Washington permanecieron cerrados. Tiendas de víveres, “food trucks”, cafeterías y puestos de tacos en Chicago, Los Ángeles y Boston tampoco abrieron sus puertas. También hubo algunas escuelas en las que los pupitres vacíos fueron mayoría. (El financiero, 16 feb. 2017)
La respuesta fue numerosa, aunque no paralizó al país del Norte. Pero cabe destacar la solidaridad de muchos empleadores que dieron el día a sus trabajadores para que participaran en las manifestaciones. (El Mundo, 16 feb. 2017)

3. ¿Por qué apoyar a los inmigrantes? La problemática que genera la movilidad humana requiere siempre una reflexión serena. Dejando a salvo los derechos de los países a regular el paso por sus fronteras por motivos de seguridad nacional, los inmigrantes debe ser respetados en sus garantías individuales, aunque no tengan documentación legal.
Los obispos de la frontera entre Texas y la frontera norte de México reunidos en Brownsville (Texas) en el primer Encuentro bi-anual Tex-Mex publicaron un comunicado en el que señalan que “independiente de su condición migratoria (legal o ilegal), los migrantes, como toda persona, poseen una dignidad humana intrínseca que debe ser respetada” (n. 9).

4. El derecho a una vida mejor. Hace precisamente un año el Papa Francisco visitó la Frontera entre Ciudad Juárez (México) y El Paso (Texas, EUA). Ahí el Pontífice argentino, hijo de migrantes italianos, constató con dolor que los migrantes “son hermanas y hermanos que salen expulsados por la pobreza y la violencia, por el narcotráfico y el crimen organizado” (Homilía, 17 feb. 2016).
La migración no es un crimen, sino una opción para huir de situaciones sociales injustas o peligrosas y una ocasión para conseguir una vida mejor. Por eso, en el comunicado antes citado, los obispos afirmaron “que todo pueblo tiene el derecho a condiciones dignas para la vida humana, y si éstas no se dan, tiene derecho a emigrar (Papa Pío XII)” (n. 12).

Ahora se puede entender mejor la importancia de las protestas pacíficas y de las declaraciones de movimientos civiles y religiosos, pues contribuyen a que los migrantes sean considerados y tratados como personas, y nunca como meros usurpadores de empleos y menos aún como criminales.


viernes, 10 de febrero de 2017

“Turismo de trasplante de órganos”

Año 13, número 614
Luis-Fernando Valdés

El tráfico de personas para obtener sus órganos y el turismo a países donde se facilita su obtención se está convirtiendo en una plaga social. ¿Qué hace falta hoy para garantizar que la donación de órganos sea lícita?

Hacia una cultura de la donación de órganos,
clave para reducir su tráfico.
(Fotomontaje: periodistadigital.com)
1. El comercio de órganos. En los últimos años, ha aumentado el tráfico de personas a las que se le extirpan ilícitamente sus órganos. De igual manera, la falta de cultura de donar órganos hace que los ciudadanos, que no los pueden obtener en sus propios países, viajen a naciones que tienen poca regulación sobre tema, lo cual facilita comprar órganos de procedencias no siempre éticas.
Por esta razón, la Academia Pontificia de las Ciencias organizó recientemente una cumbre sobre el tráfico de órganos y sobre el turismo de los trasplantes, en la que participaron delegados de 50 países, con el objetivo de presentar un diagnóstico preciso del problema, firmar una declaración de consenso contra estas prácticas y apoyar la lucha contra ellas a nivel global. (A. Beltramo, Vatican Insider, 7 feb. 2017)

2. La ética en los trasplantes. La donación de órganos es una acción buena y lícita, pues permite que un enfermo crónico tenga mayor calidad de vida o incluso obtenga su curación total. Es muy loable que las personas manifiesten su voluntad de donar sus órganos al morir.
Sin embargo, la donación y recepción de órganos tiene unos límites éticos. No se pueden donar órganos que impliquen la muerte directa de un donador vivo, como sería el caso del corazón. Tampoco se puede donar órganos, si esto implica riesgos a la propia salud.
Y, en el caso de los órganos obtenidos sin consentimiento del sujeto y de su comercialización, se trata de un delito de “lesa humanidad”. Este el caso de China, que extirpa los órganos de los condenados a muerte, justo después de ser ejecutados.

3. Las causas humanas del tráfico de órganos. Mons. Sánchez Sorondo, presidente de esa Academia Pontificia, explicó que una causa fundamental de este comercio es la existencia de una sociedad que no se centra en la persona humana sino en el dinero, en la cual los ricos quieren “vivir bien” y por eso “hacen de todo” para tener los órganos que necesitan.
Y añadió que la pérdida de la ética en los médicos es otra causa, ya que en este tráfico siempre tienen que intervenir especialistas en trasplantes. “Se debe empujar la ética, que los médicos involucrados recuperen la conciencia médica”, dijo. (Vatican Insider, 7 feb. 2017)

4. Soluciones: “No al tráfico de órganos; sí a donaciones éticas”. Para evitar ese tráfico, hay que fomentar la cultura de la donación. Mons. Sánchez Sorondo explicó que “en los países en los que no hay buenos médicos y no hay un  sistema hospitalario (adecuado para la donación) … y en los que la gente no tiene la conciencia de la posibilidad de donar órganos, naturalmente existe el tráfico de órganos”.
Por eso, la declaración final de la cumbre denuncia que “estas prácticas persisten también porque algunos Estados no han sido responsables a la hora de responder a la petición de trasplantes por parte de sus ciudadanos”. (I. Scaramuzzi, Vatican Insider, 9 feb. 2017)

Todos tenemos derecho a la salud, y si hace falta también a recibir un transplante, pero nunca a costa de la vida o la libertad o la salud de un tercero. Por eso, es importante que hoy se promueva una cultura de la donación de órganos, y que se denuncie más tanto el tráfico de órganos como el turismo de trasplantes.


sábado, 4 de febrero de 2017

Trump oscurece la lucha pro vida

Año 13, número 613
Luis-Fernando Valdés

Pasados los ocho años de la era Obama, se realizó una gigantesca manifestación a favor de la vida, apoyada por Trump y políticos republicanos. Pero, ¿cuál es el riesgo de que un gobierno comprometido con la vida esté vinculado al muro fronterizo y a las amenazas a la paz? 

El Vicepresidente de EUA, Mike Pence,
fue orador en la Marcha por la vida.
(Foto: univision.com)
1. La marcha en Washington. El pasado viernes, 27 de enero, se llevó a cabo, en la capital de los Estados Unidos, la 44ª edición de la “marcha por la vida”. El dato relevante es que la manifestación fue encabezada, por primer vez en la historia, por un vicepresidente de ese país. Además, estuvo presente el cardenal de New York, Mons. Timothy Dolan.
Consciente de ese momento histórico, el vicepresidente Mike Pence, afirmó que “la vida está ganando nuevamente en Estados Unidos” pues, según él, la lucha en contra del aborto en esa nación “vive un momento histórico”.
Aunque no estuvo presente en la marcha, el actual presidente norteamericano, Donald Trump, mediante su cuenta de Twitter, manifestó su apoyo a los que acudieron a defender la vida. Escribió: “La marcha por la Vida es importantísima. A todos los que van a manifestarse… ¡Tienen mi pleno apoyo!” (elmundo.es, 27 ene. 2017)

2. La respuesta pro choice. Los grupos que no comparten la defensa de la vida también expresaron sus postura. Sus argumentos no fueron científicos sino se basaban en la impopularidad del Presidente, como esta afirmación: Trump cree que su ley es la misma que la ley de Dios.
 Los disconformes con esta marcha por la vida mostraron pancartas con leyendas como ésta: “yo aborté, Trump, y no me vas a castigar”. En Twitter expresaron su desacuerdo con el hashtag #Won’tBePunished. (univision.com, 27 ene. 2017)

3. La dimensión política de la tutela de la vida y sus riesgos. La defensa de la vida actualmente enfrenta más problemas de tipo político que científico o biológico. Como es lo esperado, la vida del nascituro debe ser tutelada por la legislación de cada país. Por eso, el debate por la vida se desarrolla principalmente en el plano político.
El gran problema de politizar la defensa de la vida es que las legislaciones, tanto favorables como contrarias al nascituro, dependerán siempre del partido en el gobierno, en vez de obedecer a la verdad biológica: que desde la concepción hay una vida humana.
Por eso, el punto clave de la argumentación en las cámaras legislativas debe apuntar a los datos biomédicos, de manera que la tutela de los no natos no dependa más ni de las ideologías ni de las estadísticas de popularidad con que se manejan los partidos.

4. La vida no puede depender de la popularidad política. Es importante que el Presidente de una nación tan importante como Estados Unidos apoye abiertamente la vida, pero la legislación a favor del no nacido no puede depender de la popularidad o antipatía del gobernante en turno y su partido.
Sería terrible que los defensores de la vida tengan que pagar hoy el precio del atropello de los migrantes, y sería peor que un futuro algunos electores que voten contra Trump tengan que aceptar el costo de una legislación contra la vida. Hay que consolidar que la vida del nascituro no dependa de los cambios políticos.

Aunque esta marcha fue una “victoria” pro vida, conlleva un gran riesgo: que la argumentación legal se polarice en ideología y deje de lado los datos objetivos sobre la vida. Los bebés deberían estar siempre protegidos en el seno materno, sin importar quién gobierne.