viernes, 26 de enero de 2018

Corrupción, ¿una guerra ya perdida?

Año 14, número 664
Luis-Fernando Valdés

Condenar la corrupción ha sido una antigua batalla del Papa Francisco, que ha retomado en sus recientes viajes. Pero, ¿la valentía para denunciar este mal social basta para que la corrupción desaparezca?

La corrupción es una gran plaga social
en todo el mundo. (Foto)
1. La raíz de la corrupción. En el vuelo de regreso a Roma, después del viaje apostólico a Chile y Perú, durante la tradicional conferencia de prensa, Francisco habló de la corrupción. “Sí, en Latinoamérica hay muchos focos de corrupción. Ahora está de moda hablar de Odebretch”, dijo en referencia al gran escandalo de corrupción en Brasil. “Pero eso es un botón de muestra”, señaló.
Explicó el Pontífice que origen de la corrupción se encuentra en el desorden interior de cada persona, conocido como “pecado original”, y mencionó que hay una gran diferencia entre un pecador y un corrupto.
El pecador comete faltas, pero las reconoce y pide perdón. En cambio, el corrupto no acepta sus pecador y por eso no puede cambiar. “Yo al pecado no le tengo miedo, le tengo miedo a la corrupción, porque la corrupción te va viciando el alma y el cuerpo, y un corrupto está tan seguro de sí mismo que no puede volver atrás”, explicó.

2. La corrupción afecta no sólo a los políticos. Este triste fenómeno está presente no sólo en el ámbito gubernamental, sino también en la esfera privada, en la que nos movemos la mayoría de los ciudadanos.
El Papa puso dos ejemplos: el de un empresario y el de un ama de casa. “El empresario que le paga la mitad a sus obreros es un corrupto. Y un ama de casa que está acostumbrada y cree que es lo más normal explotar a las mucamas, sea con el sueldo o sea con el modo de tratar, es una corrupta, porque ya lo toma como normal”, ilustró el Pontífice.

3. En la Iglesia también. Con la gran valentía que lo caracteriza, el Papa reconoció la corrupción que existe en el interior de la Iglesia católica. “¿Y en la Iglesia hay corrupción? ¡Sí! Hay casos de corrupción en la Iglesia, en la historia de la Iglesia siempre los hubo. Siempre los hubo porque hombres y mujeres de Iglesia entraron en el juego de la corrupción”. Esta denuncia es importante porque tampoco los creyentes se pueden confiar de sí mismos, como si estuvieran inmunizados contra este mal moral.

Epílogo. La corrupción siempre acompañará al hombre, porque procede de su propio interior, que está herido por el mal. Sin embargo, la redención predicada por la Iglesia es capaz de evitar que los pecadores nos convirtamos en corruptos.
Por eso, aunque siempre habrá gente inmoral, la práctica sincera de la religión es una herramienta para que las personas y la sociedad podamos salir de la actual cultura de la corrupción, porque nos ayuda a reconocer las faltas cometidas y a pedir perdón.



sábado, 20 de enero de 2018

Francisco en Chile, ¿éxito o fracaso?

Año 14, número 663
Luis-Fernando Valdés

Francisco realizó una visita apostólica muy especial a una “Iglesia herida” por escándalos mediáticos, en la que ha disminuido la participación de los fieles. ¿Qué podía hacer el Papa para revitalizar a la Iglesia chilena?

El Papa Francisco fue recibido por la Presidenta
Bachelet, al inicio de su viaje a Chile.
1. Un viaje complicado. El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano, declaró unos días antes de que el Papa Francisco comenzara su visita a Chile y Perú: “No va a ser un viaje fácil”.
Según la cadena alemana Deutsche Welle (DW), “los casos de pederastia y la incapacidad mostrada hasta ahora por la jerarquía católica para acabar con esta lacra han abierto una herida en la relación de muchos chilenos con la Iglesia”. (dw.com, 18 ene. 2018
Otros analistas, en cambio, destacaron que la falta de entusiasmo por la visita fue generada por la política interna y por los partidos, “todos en crisis de credibilidad”, porque temían que el Papa mencionara el tema de la muy larga controversia entre Santiago y La Paz con respecto a la solicitud de esta última de una salida al Pacífico. (Vatican Insider, 3 ene. 2018)

2. Violencia contra la Iglesia. La visita del Papa generó protestas por parte de grupos laicos e indígenas, así como de víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes. El viernes 12 de enero, grupos no identificados atacaron cuatro iglesias católicas en Santiago de Chile y dejaron amenazas al papa Francisco.
Por su parte, las autoridades manifestaron su desacuerdo con los ataques. La Presidenta chilena, Michelle Bachelet, pidió que el Pontífice sea respetado, mientras que el Presidente electo, Sebastián Piñeira, pidió al pueblo recibir al Papa “con alegría y con paz”. (BBC.com, 12 ene. 2018)

3. Sintonía con la nueva generación. Fue muy llamativo que hubiera miles de jóvenes que participaron como voluntarios en la organización y desarrollo de la visita apostólica, pues antes del viaje papal los medios más bien parecían reflejar desinterés por parte de la juventud.
Francisco tuvo un evento masivo con los jóvenes, a los que se dirigió en términos muy usuales para ellos. Al hablarles de las dificultades de la vida, cuando se quedan “sin conexión” o cuando se quedan “sin batería”, les recordó cuál es “la contraseña” para conectarse Dios: hacerse la pregunta “¿qué haría Cristo en mi lugar?”

4. Por una Iglesia cercana a la gente. Un momento especial de la visita fue cuando el Papa manifestó su “dolor y la vergüenza ante el daño irreparable causado a niños por parte de los ministros de Iglesia”. Horas más tarde, el Pontífice se reunió en privado con varias de estas víctimas.
Al igual que en muchos países de mayoría católica, en Chile se suele confundir la Iglesia con la jerarquía (los obispos y sacerdotes) como si los fieles laicos no fueran parte de ella. Por eso, Francisco les recordó a los clérigos que no forman una élite, sino que ellos también son parte del santo Pueblo fiel de Dios.
El Pontífice explicó que la misión cristiana “es de toda la Iglesia y no del cura o del obispo”, y aclaró que los fieles laicos no peones, ni empleados de los sacerdotes, y que por eso no tienen que repetir como “loros” lo que dicen los miembros de la jerarquía.

Epílogo. Aunque algunos comentaristas atribuyen sólo a los obispos la lejanía entre las autoridades de la Iglesia chilena y la gente, en realidad, se trata de una crisis global de descristianización que también ha afectado a Chile.
A pesar de que algunos medios locales, basados sólo en la escaza asistencia a los eventos de Temuco e Iquique, consideran que ese viaje apostólico fue un fracaso, la aportación de Francisco a los católicos chilenos ha sido muy grande, pues les planteó una renovada visión de la relación de los obispos con los fieles y dio un nuevo impulso a los creyentes que pertenecen a la llamada generación digital. Sin duda, Dios se valdrá de este impulso del Papa Francisco para revitalizar en la Iglesia Católica de Chile.



jueves, 11 de enero de 2018

¿Por qué aún no llega la paz?

Año 14, numero 662
Luis-Fernando Valdés

La Declaración Universal de los Derechos del Hombre cumplirá 70 años, pero sus aspiraciones a favor de la dignidad humana y de la paz internacional aún no se han cumplido. ¿Cuáles son los obstáculos actuales para conseguir esas grandes metas? 

Mrs. Eleanor Roosvelt, Presidenta de la
Comisión de Derechos Humanos, leyendo
la Declaración Universal. (Foto: ipra.org)
1. El papel de la Santa Sede en la política internacional. Como cada mes de enero, el Obispo de Roma se reunió con el cuerpo diplomático acreditado ante el Vaticano para dar el esperado discurso de Año nuevo, que es una especie de mensaje sobre la “situación del mundo”.
El Papa sabe que él no es el gobernante de las naciones y que no le corresponde interferir en las decisiones de los Estados, pero sí es consciente de que su papel consiste en recordarles el llamado “principio de humanidad y de fraternidad”, que son “fundamento de toda sociedad cohesionada y armónica”. (Discurso, 8 ene. 2018)

2. Hitos en la historia de los Derechos humanos. En este 2018 se cumplen 100 años de la terminación de la Primera Guerra Mundial, cuyo pacto final no pudo garantizar la paz, pues tan sólo 21 años después se inició otra conflagración bélica más destructiva aún.
Para evitar otra gran guerra, el 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal del Hombre, que propone el respeto a la dignidad de la persona como fundamento de la libertad, la justicia y la paz (cfr. Preámbulo).
Sin embargo, estos derechos, que facilitan el desarrollo integral de todos los seres humanos por igual, sufrieron un cambio de interpretación a raíz de las agitaciones sociales del “sesenta y ocho”, según la visión del Papa Francisco.
De manera, que los derechos humanos se han ido interpretando hasta la contraposición entre ellos y con la cultura de muchos países. En consecuencia, “en nombre de los mismos derechos humanos”, advino el riesgo de instaurar “formas modernas de colonización ideológica” de los más fuertes y los más ricos en detrimento de los más pobres y los más débiles, afirmó el Pontífice.

3. Volver al fundamento de los Derechos Humanos. En los últimos años, los Derechos Humanos se han vaciado de contenido objetivo, porque se ha abandonado la argumentación basada en la dignidad de la persona, y ha sido sustituida en parte por intereses económicos o de poder.
Por eso, Francisco recordó en su discurso que hablar de derechos humanos quiere decir proponer “la centralidad de la dignidad de la persona”, y explicó que hay una “significativa relación” entre el mensaje evangélico sobre la persona y los derechos humanos según el “espíritu de los redactores” de la Declaración de 1948.

4. Los derechos humanos, aún son poco respetados. Con la valentía que le caracteriza para denunciar los grandes problemas de la humanidad, el Pontífice declaró también que, después de setenta años de la Declaración Universal, “duele constatar cómo muchos derechos fundamentales están siendo todavía hoy pisoteados”.
Francisco constató que hoy los derechos importantes son los más violados, como el derecho a la vida, junto con los derechos a la libertad y a la inviolabilidad de toda persona. Y esto se debe, no sólo a la guerra o la violencia, sino también a “formas más sutiles”, como sucede en el caso de “los niños inocentes, descartados antes de nacer; no deseados, a veces sólo porque están enfermos o con malformaciones o por el egoísmo de los adultos”.

Epílogo. El desconocimiento y menosprecio de los derechos de las personas son la causa de las barbaries contra la humanidad, según la Declaración de los Derechos del Hombre, la cual propone como solución el respeto de los derechos humanos. Para conseguir esta gran meta, se requiere tanto de medidas civiles como de la formación de la conciencia de cada individuo. Por eso, las religiones que proponen a sus fieles una visión de respeto por el hombre juegan un papel fundamental para lograr la paz.