jueves, 29 de marzo de 2018

María Magdalena

Año 14, número 673
Luis-Fernando Valdés

En la Pascua cristiana celebramos la Resurrección de Jesús, de la cual María Magdalena fue el primer testigo, por eso el Papa Francisco la llamó “Apóstol de los Apóstoles”. ¿Fue una mujer pecadora o un ignorado líder femenino en la Iglesia primitiva? ¿Qué sabemos en realidad sobre ella?

María Magdalena, primer testigo de la
Resurrección de Jesús, sigue fascinando al
mundo del cine, aunque éste no siempre refleje su

verdadera historia (Foto: Colombia.com)
1. Los únicos datos disponibles. Sobre María Magdalena no tenemos más información que la que viene en los Evangelios. No existen otras fuentes, aunque las novelas de Dan Brown sugieran lo contrario.
Y en la Biblia se cuentan muy pocas cosas sobre ella: a) que junto con otras mujeres acompañaba a Jesús y que “de ella habían salido siete demonios” (Lucas 8,2-3); b) que estuvo presente al pie de la cruz, junto con la Madre de Jesús y otras mujeres (Mateo 27,55), y c) que fue quien descubrió, la mañana del primer día después del sábado, el sepulcro vacío, junto al cual permaneció llorando hasta que se le apareció Jesús resucitado (Juan 20,11).

2. Una confusión de personajes. El Papa san Gregorio Magno (s. VIII) escribió biografías de santos, y en el caso de María Magdalena puso como un único personaje a tres mujeres distintas que aparecen en el Evangelio.
La primera es la Magdalena; la segunda es una mujer anónima conocida públicamente como pecadora, que lava los pies de Jesús con sus propias lágrimas en la casa de un tal Simón (Lc 7, 36-50); y la tercera es María de Betania, hermana de Lázaro que también lava los pies de Cristo y los unge con perfume (Juan 12).
De esta confusión de nuestro personaje con la pecadora pública, se pasó a la afirmación de que la Magdalena era una prostituta. En realidad, no hay ningún elemento para sostener esa idea.

3. La importancia de María Magdalena. La gran verdad que funda todo el Cristianismo es que Jesús, a los tres días de haber muerto, resucitó; pues si Cristo no ha resucitado “vana es nuestra fe” (1 Corintios 15,14). Y este conocimiento sólo lo tenemos por el testimonio de aquéllos a quienes Jesús mismo se les apareció y luego lo comunicaron a los demás.
Por ser el primer testigo del resucitado, santo Tomás de Aquino le da a María Magdalena el singular calificativo de “apóstol de los Apóstoles” (“apostolórum apóstola”), que el Papa Francisco retomó en 2016, al elevar la memoria litúrgica de esta santa a la categoría de fiesta.

4. La Magdalena en el cine. Hay varias películas en las que esta santa tiene un rol importante, como “La Pasión” de Mel Gibson (2004) y la recién estrenada “María Magdalena” de Garth Davis (2018).
Buenas producciones, pero ambos filmes caen en el mismo error de confundir personajes o roles. Gibson identifica a la Magdalena con la mujer que iban a lapidar por adulterio (Juan 8), y Davis toma literal el título de “apóstol” y le atribuye el rol que los Evangelios le dan a san Pedro y, por momentos, también le otorga el papel de san Juan Bautista.

Epílogo. María Magdalena es una santa muy importante, porque anuncia a los Apóstoles que Jesús está vivo de nuevo. Luego los Apóstoles también vieron y tocaron a Cristo vivo y lo proclamaron al mundo.
Pero no tendría sentido utilizar a María Magdalena como bandera de un feminismo en la Iglesia, que propone una igualdad de roles jerárquicos para ambos sexos, porque la igualdad en la Iglesia proviene no de las funciones, sino de que Cristo ha redimido por igual a varones y mujeres (Gálatas 3,28).


sábado, 24 de marzo de 2018

Síndrome Down, aún incomprendido

Año 14, número 672
Luis-Fernando Valdés

Acabamos de celebrar el Día Mundial del Síndrome de Down, para apoyar a las personas con esta discapacidad, pero junto a estos festejos encontramos varias legislaciones que permiten eliminarlos antes de nacer. ¿Por qué se da este contraste?

La alegría de un niño con Síndrome Down
es un tesoro para su familia y la sociedad. (Foto: ACI)
1. Una fecha promovida por la ONU. En diciembre de 2011, a Asamblea General designó el 21 de marzo Día Mundial del Síndrome de Down. En su web, la ONU describe que este padecimiento “es una combinación cromosómica natural que siempre ha formado parte de la condición humana, existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud”.
La WDSD tiene como objetivos: a) aumentar la conciencia pública sobre la cuestión, b) recordar la dignidad inherente de las personas con discapacidad intelectual y c) resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual.

2. Personas que son un tesoro. Quienes tenemos algún familiar con este síndrome somos testigos de tener un ángel lleno de amor con nosotros, como mi sobrinito Diego Maldonado. Pero, ante una cultura que sólo se fija en lo perfecto, es importantes que una voz tan importante como el Papa nos recuerde que estas personas son “un tesoro que Dios hace crecer a su manera”. (@Pontifex_es, 21 mar. 2018)
Es falso que estas personas nacen para sufrir. Sirva de muestra la carta que Bridget Brown, una actriz estadounidense con síndrome de Down, entregó al Pontífice el 21 de octubre del año pasado, en la que ella afirma que “el mundo necesita saber que no ‘sufro’ de Síndrome de Down. Tengo una vida plena y maravillosa, y estoy llena de alegría por estar viva. Amo absolutamente mi vida”. (Aciprensa, 21 mar. 2018)
De igual manera, ha sido un éxito el video “50 Mums, 50 Kid, 1 Extra Chromosome”, en el que 50 mamás cantan en lenguaje de signos a su hijo o hija con síndrome Down, la canción “A thousand years”, de Christina Perri.
La letra de esta melodía dice: “¿Cómo puedo amar cuando temo caer? Pero mirándote cómo aguantas tú solo, todas mis dudas desaparecen. He muerto a diario mientras te esperaba, pero no temas, cariño, porque te he amado durante mil años y te amaré mil años más”.

3. “El holocausto del que nadie quiso hablar”. Con estas duras palabras, el portal Religión en Libertad anunció el programa en el que Nicolás Jouve, catedrático emérito de Genética en la Universidad de Alcalá de Henares y miembro del Comité de Bioética de España, denunció que en España y otros países son abortados entre el 90% y el 100% de los niños a los que mediante un “diagnóstico prenatal” se les detecta la trisomía 21.
Ya en 2016 el Papa Francisco había pedido a los profesionales de la salud que el diagnóstico prenatal no sea utilizado para seleccionar cuáles bebés pueden nacer y cuáles no, porque en ocasiones este tipo de diagnósticos son utilizados para practicar el aborto eugenésico, con el fin de eliminar a aquellos fetos con malformaciones o anomalías. El Pontífice pidió que la ciencia “se haga servicio y no selección”. (Aciprensa, 25 may. 2016)
Y en días recientes, Francisco volvió a mencionar que actualmente “con más crueldad, con más ciencia” nuestra sociedad se desecha a los niños que viven con malformaciones: “aquel que no sirve, que no produce, es descartado: esta es la cultura del descarte. Los pequeños no son queridos hoy”.
En cambio, el Papa alabó a quienes atienden a estos niños enfermos: “quien cuida a los pequeños está de parte de Dios y vence a la cultura del descarte que, por el contrario, prefiere a los poderosos y considera inútiles a los pobres”. (Vatican Insider, 17 mar. 2018)

Epílogo. Qué gran contraste entre el apoyo oficial al Día Mundial del Síndrome de Down con los programas oficiales que favorecen el aborto derivado de un diagnóstico prenatal. Esta jornada mundial debe servir para que repensemos que el derecho a vivir de un enfermo de trisomía 21 no se funda en sus capacidades intelectuales o funcionales, sino en la realidad de su dignidad humana. Sólo una sociedad que respeta a sus hijos más limitados es verdaderamente humana.



viernes, 16 de marzo de 2018

A cinco años del cónclave

Hace cinco años, 13 marzo 2013, los cardenales eligieron a Mons. Jorge Mario Bergoglio,
que ha sido el primer Papa latinoamericano. (Foto: Ecclesia)


Año 14, número 671
Luis-Fernando Valdés

El Papa Francisco, con su estilo alegre y austero, junto con su cercanía hacia quienes sufren o son marginados, se ha ganado el respeto y el cariño de la gran mayoría. Pero ¿en qué se funda realmente su popularidad? Les comparto algunos análisis de su Pontificado elaborados por sus colaboradores cercanos, con motivo de este quinto aniversario.

1. Un Pontificado de la alegría. El Secretario de Estado del Vaticano, el card. Pietro Parolin, entrevistado recientemente por Luca Collodi de Vatican News, señaló que en estos cinco años de Magisterio del Francisco resalta que casi todos sus documentos principales “siempre aluden a la alegría”: Evangelii Gaudim, Amoris laetitia, Laudato Si (‘Alabado seas’, que es la alabanza que nace de la alegría de un espíritu lleno de alegría).
El colaborador más cercano del Papa explicó que “la característica fundamental de este pontificado es precisamente la alegría, una alegría que no nace de la despreocupación, sino del hecho de saberse amados por el Señor”.

2. La autenticidad de Francisco. El periodista argentino del Clarín (Buenos Aires), Sergio Rubin, entrevistó al rector de la Universidad Católica de Argentina (UCA), Mons. Víctor Manuel Fernández, que es el más estrecho colaborador intelectual del Papa.
 Mons. Fernández explica que un punto en el que se puede observar la autenticidad de Francisco es su “austeridad extrema”, que ya vivía desde Buenos Aires: “no se tomaba vacaciones, no ahorraba, no gastaba en ropa ni en gustos personales, no salía a comer afuera, no se daba ningún gusto. Los demás necesitamos algunos respiros, pero él admirablemente no. Por eso me indigna mucho cuando algunos pretenden acusarlo de haber hecho cosas por dinero”.
El Rector saca una importante consecuencia de este estilo del Pontífice: “¿Quién puede pensar que después de Francisco pueda prosperar un papado condenatorio, que ostente poder y riqueza, que no esté dispuesto al diálogo con todos, que ignore a los débiles de este mundo?”

3. Francisco comprende el drama de cada persona. Otra característica del Papa argentino es su actitud comprensiva y respetuosa ante las diversas realidades humanas, que se hizo patente desde aquella frase: “Quién soy yo para juzgar a un gay que busca sinceramente a Dios”.
Sobre esto, Mons. Fernández mencionó que otra nota fuerte del Papa es su “cercanía paterna”. Como obispo, Jorge Bergoglio siempre se mostró como un padre “que sufre con el dolor de sus hijos, que no se desentiende del drama de los más débiles, que sabe escuchar sin juzgar, que acaricia y también soporta con paciencia”.
El obispo Fernández explicó que el Francisco “comprende el misterio de cada persona, reconoce su drama, se pone en el lugar del otro, y sabe valorar los pequeños pasos que el otro pueda dar, aunque aparentemente sea menos valorado”. Se trata de  una actitud como la de cualquier padre, “que quiere educar a un hijo pero no puede dejar de abrazarlo con paciente ternura”.
Por eso, según el Rector de la UCA, esta actitud del Papa ha marcado la vida de la Iglesia, pues “se ha vuelto inadmisible cualquier actitud condenatoria, agresiva o autoritaria con los que piensan diferente o tienen dificultades para sobrellevar el peso de sus límites”.

Epílogo. Alegría y compresión son dos rasgos, entre muchos más, que han hecho que el Pontificado de Francisco sea popular y atractivo. El Papa no ofrece un cristianismo rebajado e indulgente, sino lo contrario: con alegría y comprensión, frutos de la misericordia, el Papa nos ofrece esperanza para retomar las exigencias del cristianismo, sin sentirnos condenados a pesar de nuestras continuas debilidades.