domingo, 23 de septiembre de 2012

Entre la guerra y la paz


Año 8, número 386
Luis-Fernando Valdés

Semana de contrastes. Mientras que Benedicto XVI terminó un viaje por la paz en Líbano, en diversos países árabes hubo crecientes protestas ante las embajadas de EUA por un video contra Mahoma. Dos preguntas fuertes: ¿acaso las religiones no son capaces de traer la paz? o ¿son las religiones las que provocan los conflictos bélicos?
El líder druso musulmán Mufti El lNaem Hassan
saluda a Benedicto XVI en el aeropuerto Rafik Hariri.

Las religiones, cuando están abiertas a la verdad, son un medio excelente para la paz, pues ayudan a la convivencia entre los hombres. El reciente viaje de Benedicto XVI a Líbano ofrece una respuesta fáctica: el Papa recibió muchas atenciones, por parte tanto de las autoridades religiosas musulmanas, como de los fieles que profesan el Islam.

Esta estrecha convivencia entre unos y otros tiene un significado especial, pues simboliza que hoy día las grandes religiones han aprendido a convivir.  Por eso, el Santo Padre afirmó que la constante presencia de musulmanes en los actos que presidió, “me permitió lanzar un mensaje de diálogo y colaboración entre cristianismo e islam. Me parece que ha llegado el momento de que los cristianos y musulmanes den un testimonio común, sincero y decidido contra las divisiones, contra la violencia y las guerras”. 

Al despedirse en el aeropuerto de los líderes musulmanes, Benedicto XVI les dijo que “durante toda mi estancia he podido constatar cuánto vuestra presencia ha contribuido al éxito de mi viaje”. Y externó su impresión de que “el mundo árabe y el mundo entero habrán visto, en estos momentos de turbación, a cristianos y musulmanes reunidos para celebrar la paz”. [ABC.es, 18.VII.2012]

Benedicto XVI destacó que el mundo actual necesita fuertes y claras señales de diálogo y de colaboración y que el Líbano, donde conviven cristianos, musulmanes desde hace cientos de años “debe seguir siendo un ejemplo para los países árabes y para el resto del mundo”.

El Pontífice dijo también que ha llegado el momento de que los cristianos y musulmanes “den un testimonio común, sincero y decidido contra las divisiones, contra la violencia y las guerras”. [Diario de Yucatán, 19.IX.2012]

Además el Papa explicó que “la libertad religiosa tiene una dimensión social y política indispensable para la paz. Promueve la coexistencia y una vida armoniosa por su compromiso común al servicio de las causas nobles. La búsqueda de la verdad no debe imponerse por la violencia, sino por la fuerza de la verdad, que es Dios”. [Diario de Yucatán, 15.IX.2012]

Benedicto XVI, y muchos líderes religiosos en el mundo, están haciendo un gran esfuerzo de dialogar, para mostrar que la búsqueda de Dios mediante una religión se ha convertido hoy día en un medio para la convivencia pacífica.

Y con esto también podemos responder a la segunda pregunta. Hoy día, no son las religiones las que promueven la guerra, sino más bien son más bien algunas minorías radicales, con pocos miembros respecto al total de creyentes, las que fomentan la violencia a nombre de la fe.

Con una fe deformada, los guías de esas minorías promueven el odio. A lo que el Papa Ratzinger contesta así: “Quien quiere construir la paz debe dejar de ver en el otro un mal que debe eliminar. No es fácil ver en el otro una persona que se debe respetar y amar, y sin embargo es necesario, si se quiere construir la paz, si se quiere la fraternidad”. [aica.org, 17.IX.2012]

El pasado con sus guerras de religión, y el presente con sus minorías fanáticas han generado una barrera que impide ver el verdadero valor de las religiones para la paz mundial. Por eso, es importante pues distinguir entre la verdadera religiosidad –la que viven la mayoría de las personas– y el fanatismo de unos cuantos.

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