domingo, 15 de agosto de 2010

Adopción gay: derecho contra biología

Luis-Fernando Valdés

La Suprema Corte de Justicia de la Nación anunció que mañana lunes se reunirá para decidir sobre la constitucionalidad de la adopción por parte de los llamados “matrimonios gays”. Se trata de una cuestión meramente técnico-jurídica, pues los Ministros no votarán si ese tipo de adopción es buena o no, sino sólo se pronunciarán sobre si la norma promulgada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal es conforme o en contra de la Carta Magna. Pero esta decisión técnica no implica que la “adopción gay” sea correcta.
Los Ministros de la Suprema Corte discutirán sobre la adopción por parte de parejas del mismo sexo.

Como es lógico, se ha abierto un debate sobre la conveniencia o no de este tipo de adopción, y se ha abordado el tema desde varios puntos de vista. Hoy quisiera compartir con Ustedes un comentario jurídico, para explicar que esa ley, que permite la adopción por parte de homosexuales, tiene grandes carencias.
La adopción, vista desde el derecho, consiste en crear una relación jurídica de filiación entre dos personas, semejante a la relación que existe entre una persona y sus hijos biológicos. Por eso, ya desde el Derecho romano se decía que “la adopción imita a la naturaleza”.
Ese adagio expresa tanto el alcance de la adopción como sus limitaciones. Por eso, el marco propio de la adopción consiste en aceptar lo que la naturaleza permite y prohibir lo que la naturaleza impide.
Por naturaleza, los vínculos entre padres e hijos biológicos son de tipo natural y jurídico, de manera que la paternidad jurídica es poseída por aquel que es padre biológicamente. El Derecho no crea estos vínculos, sino que sólo debe limitarse a reconocerlos.
En cambio, en la adopción el Derecho sí crea estos vínculos, y por eso puede –y debe– controlar las relaciones de filiación creadas por él, para garantizar que se cumplan los fines de la adopción. De manera que, en este caso, el Estado sí puede elegir que tipos de padres quiere para garantizar el bien de los menores que serán adoptados.
Y justamente aquí se ubica la coyuntura jurídica de la posible adopción por parte de parejas homosexuales. Si el Estado puede decir quienes pueden adoptar, ¿por qué no podría elegir como adoptantes a una pareja del mismo sexo?
No es posible que una pareja así pueda recibir a un menor en adopción, porque el vínculo de filiación adoptiva debe construirse a imagen del vínculo de filiación biológica: un padre, una madre y un hijo.  Pero no dos padres y una madre, porque eso no existe en la filiación biológica; ni tampoco dos madres sin padre, porque nadie tiene biológicamente dos padres o dos madres.
Lo que pretende la adopción por parte de dos personas homosexuales es crear unos vínculos artificiales de filiación entre dos padres y un hijo, o entres dos madres y un hijo. Pero este tipo de vínculo no existen en la filiación biológica.
El problema de fondo radica en que el sistema jurídico mexicano es de corte positivista: a diferencia del Derecho romano, sólo toma en cuenta lo que está escrito en las leyes, y prescinde de parte de la realidad que no ha sido descrita por las normas. Sin embargo, estos argumentos biológicos tienen el peso de ser reales, aunque no sean reconocidos por las leyes.
Apoyados en este positivismo jurídico, algunos activistas homosexuales quieren utilizar el Derecho como un instrumento para satisfacer los deseos de paternidad que la naturaleza les niega. Así, aunque se consiga el reconocimiento legal de la “adopción gay”, jamás conseguirán que la biología los apruebe… ni podrán tampoco impedir las consecuencias de obrar contra la naturaleza.

Correo: lfvaldes@gmail.com
http://www.columnafeyrazon.blogspot.com

8 comentarios:

  1. Es triste ver como poco a poco la familia se va corrompiendo en todos los aspectos sociales. Principalmente que las nuevas generaciones piensen y compartan que no estar de acuerdo con los intereses de gays o lesbianas es sinónimo de "intolerancia" y que inclusive atreverse a dar una opinión en contrario es odiarlos.

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  2. La Biologia es el estudio de la vida, quiza haya querido decir naturaleza en lugar de Biologia?
    Juridicamente es muy clara y limpia la decision de la corte. A la iglesia le molesta pero deberian de modernizar sus criterios. Nada es para siempre, nada.

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  3. Gracias Gil, por tu comentario. En efecto, lo más duro de esta situación es que cómo se va perdiendo la noción de la familia. Y coincido contigo de que se ha creado un paradigma curioso alrededor de los homosexuales: que si difieres de ellos te conviertes en intolerante…
    Saludos

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  4. Estimado Lector,

    Muchas gracias por su aclaración. Estoy de acuerdo en que debe decir "naturaleza" (sirva de excusa que el título original decía naturaleza, pero me pareció más concreto lo referente a la vida, aunque al final erré).

    Le agradezco que se haya dado tiempo para leer mi artículo y para expresar su opinión, que es bienvenida y respetada.

    En efecto, la SCJN sólo tenía que decidir si aquella norma era conforme a la Constitución, desde un punto de vista jurídico (no moral ni religioso).
    Me parece que la Carta Magna protege al menor, y que en relación a ese derecho constitucional, se debía hacer un estudio largo sobre los efectos de la "adopción gay" en los niños, para ver si esta nueva ley era o no conforme a los derechos constitucionales que protegen al menor.

    Reciba un cordial saludo

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  5. Me parece claro que todo su argumento descansa sobre la premisa siguiente:
    "No es posible que una pareja así pueda recibir a un menor en adopción, porque el vínculo de filiación adoptiva debe construirse a imagen del vínculo de filiación biológica: un padre, una madre y un hijo.[...]"
    Esta premisa es resumida por el dictum que cita: “la adopción imita a la naturaleza".

    Ahora bien, dos comentarios sobre esto.
    (1) Que la adopción imite a la naturaleza no implica que _deba_ hacerlo. O, si sí lo implica, es su tarea mostrarnos cómo. Y debe hacerlo sin apelar a alguna ley o principio de esencialmente religioso, pues estamos discutiendo un problema de estado, y el estado al que nos referimos es laico. (Y esencialmente laico: si acepta que la Constitución de un estado es lo que lo define, entonces lo que se diga en la Constitución de México es esencial a México. Dado que la Constitución implica que México es laico, ergo México es esencialmente --o por naturaleza-- laico).
    (2) Como mencioné, la premisa citada es la que tiene todo el peso de su argumento. Pero ¿es cierto que una ley jurídica debe representar lo que sucede en la naturaleza? No, no es cierto. La naturaleza por sí misma no nos brinda de automóviles o prótesis artificiales, y aún así tenemos leyes que regulan su uso y existencia. Usted debe ofrecernos un argumento mucho más potente que el que nos ha ofrecido, para poder concluir que tal ley en disputa tiene algo de malo.

    Fuera de esa premisa, ¿qué tanta fuerza puede tener su afirmación de que "estos argumentos biológicos tienen el peso de ser reales"? Es real, por un lado, que la biología no brinda la capacidad de procrear a las parejas de hombres con hombres, ni a las parejas de mujeres con mujeres. Sin embargo, usted simplemente no defiende que ese hecho --un hecho meramente dado por las leyes biológicas-- implique algún hecho moral --es decir, un hecho que pueda ser evaluado según principios de la moralidad. Asumirlo es simplemente cometer una petición de principio.

    Saludos,

    Carlos Romero

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  6. Errata:

    "...Y debe hacerlo sin apelar a alguna ley o principio de esencialmente religioso"

    Debería decir:

    Y debe hacerlo sin apelar a alguna ley o principio esencialmente religioso [...]

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  7. Estimado Carlos A. Romero, parece que estas hablando de cosas diferentes.
    No estamos buscando convencer (sin hablar por supuesto por el autor), sino un intercambio intelectual, y al parecer tu buscas "fuerza en afirmaciones", o que te convenzan. En un dialogo, todos muestran sus criterios, en el cual puedes o no estar de acuerdo.
    Al mencionar: ..."No, no es cierto. La naturaleza por sí misma no nos brinda de automóviles o prótesis artificiales, y aún así tenemos leyes que regulan su uso y existencia...." nos dices, no solo al autor, si no a todos los lectores, que tu criterio tiene la razón, y puedes o podemos caer en un dogmatismo o idealismo. Por favor recuerda que es un Blog de dialogo,te pido tomes mas en cuenta nuestras opiniones y no las descartes tan rápido.
    Saludos.
    M.L.J. Edgar Mora R.

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  8. Estimado Jorge:

    Estoy completamente de acuerdo con tener un intercambio intelectual; sin embargo, me parece claro que al enunciar una posición, uno no desea que simplemente sea una posición más. Si así fuera, los debates sobre cualquier tema serían completamente superfluos, pues se limitarían a enunciar cualquier cosa.
    Más bien, se intenta fundamentar una posición con razones: argumentos, evidencia, refutaciones de posiciones contrarias.
    Que no estoy de acuerdo con la posición del autor del post es algo que está claro. Pero no me limito a decirlo, sino que ofrezco razones en contra de ella, bajo las reglas de la lógica y el debate racional y bienintencionado. (De manera similar, en esta respuesta estoy ofreciendo razones en contra de tu postura según la cual en un intercambio intelectual no se busca convencer mediante razones.)

    Por otro lado, me toca hacerte notar (con el respeto que me mereces) que esa afirmación mía que citas no fue simplemente enunciada con una intención de afirmar "yo tengo la razón y ya", que claramente sería dogmática, sino como una razón en contra de un argumento ofrecido por el autor de este post.
    (Por cierto, no sé a qué te refieres con "idealismo" --yo entiendo por tal una teoría ontológica muy apartada de lo que pareces querer comunicar en tu respuesta, así que asumo que no estamos pensando en la misma cosa-- y por ello, te pediría que por favor lo definieras en tu próxima participación).

    Finalmente, con todo gusto acepto que es un blog dialógico y con todo gusto, también, tomo en cuenta las opiniones que se enuncian aquí. Pero eso es una cosa; otra cosa es aceptar --sí: dogmáticamente-- toda opinión, sin considerar las razones a favor y en contra.

    Saludos

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