domingo, 22 de junio de 2008

Moratoria al aborto

Luis-Fernando Valdés

Mientras la Suprema Corte de Justicia de la Nación continúa con las audiencias públicas, referentes al recurso de inconstitucionalidad sobre la ley que amplía el aborto en la Ciudad de México, las manifestaciones a favor de la vida se multiplican. Pero no sólo en nuestro País, sino también en las naciones más desarrolladas. El caso más sonado es el de Italia, donde Giuliano Ferrara ha propuesto a las Naciones Unidas una moratoria sobre el aborto. Este pensador no creyente y defensor de la vida, dice “basta ya” a los millones de abortos, que están destruyendo al mundo.
Después de que el 18 de diciembre del año pasado, se firmó en la ONU la “Moratoria universal sobre la pena de muerte”, un refrendo para eliminar las ejecuciones en el mundo, Ferrara, director de “Il Foglio”, un conocido diario de opinión italiano, envió una carta a Ban Ki-Moon, Secretario General de las Naciones Unidas, en la que le propone una “Moratoria sobre el aborto”. En ella propone que se modifique el artículo 3 de la Declaración Universal, que contempla que “todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”, de modo que diga expresamente que todo individuo tiene derecho a la vida “desde la concepción hasta la muerte natural”.
Esta Carta inicia con datos duros, proporcionados por la propia ONU, según los cuales en las últimas tres décadas se llevaron a cabo más de mil millones de abortos, o sea, unos cincuenta millones de abortos por año. Del último informe de United Nations Population Fund (Fondo de Población de las Naciones Unidas) se desprende que en China el aborto, fomentado o coactivo, es un riesgo que corren decenas de millones de niños que están por nacer en aras de una planificación familiar y demográfica gubernamental. En la India, en veinte años, por selección sexista se le quitó la vida a millones de niñas antes de nacer. En Asia el equilibrio demográfico peligra debido al infanticidio masivo. En Corea del Norte con el aborto selectivo se intenta eliminar radicalmente toda forma de discapacidad.
A la vista de estos millones de humanos que no llegaron a nacer, Ferrara pide a la ONU que considere “una petición de moratoria de las políticas públicas que fomentan formas de sumisión injustificada y selectiva del ser humano durante su desarrollo en el vientre de la madre mediante el ejercicio arbitrario de un poder de aniquilamiento, violando el derecho a nacer y a la maternidad”.
Ferrara, que se postuló en las pasadas elecciones generales en Italia, con el propósito de defender la vida, también explica en su petición que la ciencia, con algunos de sus descubrimientos más significativos en el ámbito genético, “documenta de forma irrefutable la existencia de un patrimonio genético humano en el embrión, un patrimonio único e irrepetible, a partir de su primera etapa de desarrollo”. De modo que el cigoto ya es alguien, y no un mero amasijo de células.
Esta petición de moratoria al aborto tuvo mucho eco en Europa. A la firma de Ferrara, que se autodeclara liberal y laico, se unieron las de otros personaje importantes como Lord David Alton, miembro de la Cámara de los Lores y Robert Spaemann, profesor emérito de Filosofia en la Universidad de Munich. Ya basta de pensar que sólo las voces de la derecha defienden la vida. Todo aquel que está comprometido con nuestro Planeta, con nuestra civilización, se da cuenta de que la vida es un don y debe ser protegida por el Derecho. Por eso, no es ingenuo pedir a la SCJN una moratoria al aborto.
Correo: lfvaldes@gmail.com
http://columnafeyrazon.blogspot.com

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