domingo, 9 de enero de 2011

Intolerancia religiosa, peligro para la paz

Luis-Fernando Valdés


Desde hace bastantes años, la tolerancia religiosa ha sido un valor que cobra mayor peso en la vida cotidiana de nuestro País. Sin embargo, en la “aldea global” el pasado 2010 fue un año difícil para la libertad religiosa. No podemos cerrar los ojos al sufrimiento de tantos hombres y mujeres, aunque vivan en a miles de kilómetros de aquí.

Divina Liturgia en la catedral siro-católica
de Bagdad por las víctimas del atentado
perpetrado en ese sacro lugar. Foto: Reuters
Primero demos un pequeño repaso a los principales sucesos en esta materia, ocurridos hace unos meses. El 31 de octubre pasado hubo un atentado, en la catedral sirio-católica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, de Bagdad (Irak), en la que fueron asesinados dos sacerdotes y más de cincuenta fieles, mientras estaban reunidos para la celebración de la Santa Misa. En los días sucesivos, hubo más ataques a los cristianos iraquíes.

Asia Bibi, cristiana condenada
muerte en Paquistán por una
blasfemia. 
En Paquistán, una cristiana llamada Asia Bibi, madre de dos niños, fue condenada a la horca, el 11 de noviembre, por el delito de blasfemia contra Mahoma. Asia Bibi fue acusada de haber ofendido al Islam durante una discusión con mujeres musulmanas en su lugar de trabajo. Este asunto produjo una movilización internacional, incluida la Santa Sede, que logró salvar la vida de esta persona.


En China, los Obispos fieles
a Roma fueron obligados a
participar en una Asamblea
organizada por el Gobierno.
En China, el Gobierno mantuvo su cerrada posición de intervenir en la vida de la Iglesia Católica, nombrando Obispos y persiguiendo a los prelados que se resisten a apoyar estos nombramientos. De 7 al 9 de diciembre pasado, se celebró en Beijing la octava “Asamblea de Representantes católicos chinos”, cuya asistencia fue impuesta por las autoridades civiles a numerosos obispos, sacerdotes, religiosos y fieles laicos. Se trató, en palabras de un comunicado del Vaticano, de “una actitud represiva en relación con el ejercicio de la libertad religiosa, que se esperaba ya superada en la China actual”.

Ante este panorama, Benedicto XVI ha publicado un llamado al respeto de la libertad religiosa (1.I.2011). Este Pontífice pasará a la historia también por ser un valiente defensor de los cristianos –y tantos otros creyentes– que sufren por profesar su fe.
El Papa Ratzinger explica que la libertad religiosa es específica de la persona humana, por la que puede ordenar la propia vida personal y social a Dios, ya que sólo a la luz del Creador se comprende plenamente la identidad, el sentido y el fin de la persona.
La libertad religiosa es condición para la paz, porque esta libertad no se agota en la simple dimensión individual, sino que se realiza en la convivencia del sujeto con el resto de la sociedad. Esto es así por el que el hombre un ser social, diseñado para relacionarse con los demás. Por eso, insiste el Santo Padre, “la libertad religiosa, como toda libertad, aunque proviene de la esfera personal, se realiza en la relación con los demás. Una libertad sin relación no es una libertad completa”.
Por eso, cuando se niega o limita de manera arbitraria esta libertad, se reduce la visión de la persona humana, y la sociedad se torna injusta, pues ésta no se ajusta a la verdadera naturaleza de los humanos, y entonces se “hace imposible la afirmación de una paz auténtica y estable para toda la familia humana”.
Todos somos ciudadanos del mundo. Aunque no nos toque vivir de cerca estas duras situaciones de intolerancia religiosa, y a pesar de que nuestra Nación tenga también unas fuertes crisis por superar, no podemos permanecer indiferentes. Nos mueve el deseo de compartir nuestra libertad, y el afán solidario nos empuja a no dejar en el olvido a quienes sufren por defender su conciencia.

Correo: lfvaldes@gmail.com
http://www.columnafeyrazon.blogspot.com

2 comentarios:

  1. Pues yo le escribí a la Presidencia de la República y a la SRE pidiendo clemencia para Asia Bibi, un ama de casa cristiana que lavaba la ropa en un río cuando se le ocurrió hablar de Cristo, y me dijeron que no les competía hacer nada. ¡Aaahhhhhh!, pero que no aparezca un multi-homicida, violador, narcazo, criminal confeso en Texas condenado a muerte por sus delitos y ya tenemos la movilización de la misma secretaria de Relaciones Exteriores... ¡guácala!

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