domingo, 2 de agosto de 2009

Verano “pro life”

Luis-Fernando Valdés

En los meses de verano, las noticias sobre bioética suelen escasear, pues las novedades sobre este argumento tienen lugar durante los meses lectivos, en que los gobernantes y también los académicos, suelen reunirse y debatir. Pero en estas vacaciones estivales, algunos políticos y bastantes ciudadanos de a pie han generado noticias “a favor de la vida”.
En Duala, Camerún, el pasado 15 de julio, más de 20 mil personas participaron en la marcha de protesta, guiada por el cardenal Christian Tumi, contra la legalización del aborto aprobada apenas el 11 de julio, siguiendo el Protocolo de Maputo (2003). Una delegación compuesta por representantes católicos, protestantes y musulmanes entregó al Gobernador una carta para el Presidente de la República y una petición, respaldada con unas 30.000 firmas.
En Roma, el 30 de julio, la subsecretaria del Ministerio de Salud, Eugenia Roccella, aseguró que 29 mujeres han muerto en el mundo por el consumo de la píldora RU486, más conocida como la “píldora del día siguiente”. Roncella explicó que las muertes han sido causadas por los efectos colaterales del fármaco.
 Este dato está contenido en la relación que la fábrica productora de la píldora, la Exelgyn, envió a ese Ministerio, que a su vez lo turnó a la Agencia Italiana del Fármaco (AIFA). Sin embargo, la AIFA autorizó que la RU486 se siga vendiendo “sólo en hospitales”.
Como reacción, el Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, Mons. Rino Fisichella, lamentó esa decisión de las autoridades sanitarias italianas, porque “la RU486 es una técnica abortiva, porque tiende a suprimir el embrión anidado en el útero de la madre”.
Este Prelado alertó también, a quienes lo afirman, que “está totalmente por demostrarse que el uso de esta píldora sea menos traumático que someterse a la operación (para abortar). El primer trauma nace en el momento en el que no se quiere aceptar el embarazo y lo que ha de hacerse es intervenir para ayudar a la mujer para que comprenda el valor de la vida naciente”.
¿Por qué la Iglesia interviene tanto en esta cuestión? Explica Mons. Fisichella que “la Iglesia nunca puede asistir de manera pasiva a cuanto sucede en la sociedad. Está llamada a hacer siempre presente el anuncio de vida que le ha permitido ser, en el transcurso de los siglos, signo tangible del respeto por la dignidad de la persona”.
Y entonces ¿por qué tantos gobiernos intenta legalizar el aborto? La española Mercedes Aroz, la cofundadora del Partido Socialista Catalán, al que abandonó por apoyar el aborto, da una respuesta interesante. La ex-socialista explica que las legislaciones que aprueban el aborto “provienen del siglo pasado, cuando los conocimientos científicos no eran tan evidentes”, y por eso, esas legislaciones “no garantizan efectivamente este derecho del ser humano desde su concepción”.
Y sostiene Aroz que “a la luz de los actuales conocimientos científicos, que nos dicen que desde la concepción existe un ser humano con su identidad genética propia que mantendrá toda su vida, el aborto atenta contra el ser humano en el primer estadio de su vida”.
Con estas noticias, más bien parecería que es el aborto el que ha ganado la partida este verano. Pero no es así, porque ni el Protocolo de Maputo, ni la distribución de la RU486, han podido detener a miles de hombres y mujeres que saben que la vida humana inicia en la concepción. Se tambalea el mito de que es una mayoría la que está a favor del aborto.

Correo: lfvaldes@gmail.com
http://columnafeyrazon.blogspot.com

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