sábado, 10 de mayo de 2014

Canonizarán al Papa de la “Humanae vitae”


Año 10, número 470
Luis-Fernando Valdés

Pablo VI, Giovanni Battista Montini.
Su Santidad Francisco elevará a los altares a Pablo VI, un Papa controvertido que ha influido mucho en los pontífices recientes. ¿Qué significado hay atrás de esta canonización?
El pasado 9 de mayo, el Santo Padre aprobó el decreto por el que se reconoce un milagro atribuido a Giovanni Battista Montini (1897-1978). Se trata de la curación científicamente inexplicable de un bebé californiano [ver].
Y se anunció que la beatificación de Pablo VI se llevará a cabo el 19 de octubre, durante el Sínodo de obispos que discutirá el doctrina católica sobre la familia en el mundo de hoy. (Ver decreto)
Este evento eclesial es rico en significados, pero apunta hacia uno muy específico: la revaloración de la visión cristiana de la vida y la familia en el contexto de la sociedad contemporánea, en la que conviven visiones opuestas a la vida y al matrimonio entendido como la unión para siempre de un hombre con una mujer, abiertos a la vida.
En efecto, el Papa Montini es un personaje lleno de significado, pues fue el Pontífice que dirigió tres sesiones del Concilio Vaticano II y luego guió su puesta en práctica; su visión de la economía y la justicia social ha sido retomada por Benedicto XVI en la “Cáritas in veritate” (2009) y por Francisco en la “Evangelii Gaudium” (2013).
Pero lo que el Papa argentino está remarcando es que Pablo VI en 1968 publicó la encíclica “Humanae vitae” (HV), en la que defiende la apertura del matrimonio a la vida, y en la que rechaza cualquier medio anticonceptivo artificial.
Para la redacción de este documento, el Papa Montini escuchó a sus colaboradores, incluidos los que opinaban que la Iglesia debía declarar obsoleto el rechazo a los anticonceptivos. Y con gran valor publicó la encíclica, que –inesperadamente– fue contestada por no pocos teólogos y obispos.
Esta doctrina sobre la apertura a la vida fue ratificada por Juan Pablo II (en el “Catecismo de la Iglesia Católica”, 1992 y la “Evangelium vitae”, 1995), y por Benedicto XVI (en el “Compendio” del Catecismo, 2005).
Sin embargo, no pocos han especulado recientemente que el Papa Bergoglio va a cambiar esta doctrina, con motivo del Sínodo sobre la Familia. Pero más bien se llevarán una sorpresa, porque el Santo Padre ha retomado la enseñanza de la HV a la que ha añadido el matiz de la “misericordia”.
El vaticanista, Sandro Magister, señala que la resulta clave la declaración de Francisco al diario italiano, “Corriere della Sera” del 5 de marzo pasado, sobre la interpretación de la HV. (Chiesa, 1 mayo 2014)
El Papa afirmó que “el propio Pablo VI, hacia el final, recomendaba a los confesores mucha misericordia y atención a las situaciones concretas. Pero su genialidad fue profética, pues tuvo el coraje de ir contra la mayoría, de defender la disciplina moral, de aplicar un freno cultural, de oponerse al neomalthusianismo presente y futuro.”
Y explicó también en que consiste esa misericordia: “El tema no es cambiar la doctrina, sino ir a fondo y asegurarse de que la pastoral tenga en cuenta las situaciones de cada persona y lo que esa persona puede hacer”.
En esas palabras podemos ver un autorretrato del Papa jesuita: el valor de ir contra la opinión de la mayoría para anunciar el mensaje de Jesucristo sobre el matrimonio y la vida.
La beatificación de Pablo VI será como el icono del programa de pastoral familiar de Francisco: hay que ir a las periferias de los matrimonios en problemas y guiarlos hacia el modelo cristiano de familia, en la medida que su situación real –sin falsa excusas– lo permita.

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